Durante 2017, la recuperación de la actividad económica se intensificó y se extendió a todos los sectores productivos. En la industria manufacturera, el crecimiento de la producción se fortaleció con respecto a 2016, apoyado en la demanda interna y externa. Las exportaciones de bienes vuelven a expandirse a un ritmo sostenido. La información de las encuestas del Banco de Italia confirma la imagen de recuperación cíclica, destacando, para una gran parte de las empresas, indicios de crecimiento en la facturación en los primeros nueve meses del año y expectativas que presagian un mayor aumento en la producción y los pedidos en los próximos meses. .
Las empresas han revisado al alza las inversiones previstas para el presente año, previéndose ya que aumenten respecto a las realizadas en 2016. En servicios, se afianza el crecimiento de la facturación, especialmente en los servicios a empresas. En la construcción, la actividad mostró los primeros signos de recuperación en la facturación y la producción, que fue de la mano de la expansión de las ventas y los precios en el mercado inmobiliario. La rentabilidad empresarial ha seguido mejorando, también para las empresas constructoras, favoreciendo un aumento de los activos líquidos de las empresas.
La expansión de la actividad económica estuvo asociada a una nueva mejora de las condiciones del mercado laboral, con un aumento de los ocupados, que superan ahora los niveles anteriores a la crisis financiera, y una disminución de la tasa de desempleo. Los indicadores disponibles sugieren que estas tendencias han tenido un efecto positivo en las condiciones económicas de los hogares y en el consumo. En el primer semestre de 2017 continuó el crecimiento moderado de los préstamos otorgados al sector privado no financiero, apoyado en condiciones de oferta que se mantuvieron relajadas.
La expansión del crédito a las familias, para apoyar el gasto en la adquisición de bienes de consumo duradero y vivienda, compensó la ralentización del crédito a las empresas, cuya demanda de crédito –a pesar de la expansión de la actividad– se mantuvo débil, también por la gran liquidez acumulada en los balances de la empresa. La mejora cíclica tuvo un efecto positivo en la calidad crediticia: disminuyó el flujo de nuevas posiciones con dificultades de reembolso, aunque la incidencia de insolvencias sigue siendo elevada. Los depósitos bancarios en manos de hogares y empresas en Lombardía aumentaron, mientras que el valor de mercado de los valores en custodia se mantuvo sin cambios.
Se adjunta el estudio completo.
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