El crecimiento en el área de la OCDE en su conjunto da signos de desaceleración, pero Italia y la eurozona son las excepciones en general con un rendimiento estable. Esto es lo que se desprende del superíndice de la OCDE de enero.
Por el área de los 34 países más industrializados, el indicador que anticipa señales de un vuelco en la actividad económica respecto a la tendencia de enero cayó a 99,6 (contra el promedio de largo plazo de 100) desde 99,7 en diciembre. La zona del euro se sitúa en 100,5 desde 100,6 e Italia obtiene 101 (como en el mes anterior), la puntuación más alta entre los países individuales considerados.
Aparecen signos de debilitamiento del crecimiento para Gran Bretaña (99,1 en enero desde 99,2 en diciembre), EE. UU. (98,9 desde 99), Canadá y Japón (99,5 desde 99,6), pero también para Alemania (99,8 desde 99,9). Francia, por el contrario, se está estabilizando (100,9). Entre los no miembros de la OCDE, India se estabiliza (100,1), perspectiva sin cambios para China, que avanza hacia una estabilización del crecimiento (97,6). Brasil (97,7 desde 97,8) y Rusia (98 desde 98,4) continúan perdiendo impulso. Para los cinco principales países asiáticos, el superíndice cae de 98,6 a 98,7 y para el G7 de 99,4 a 99,5.
