La economía italiana se dirige hacia una nueva fase de crecimiento débil, con pocas probabilidades de que el PIB supere el 1% durante el año. Así lo comunicó el centro de estudios Confindustria en su análisis mensual. En particular, las previsiones para el trimestre actual contemplan un crecimiento casi nulo, luego del período abril-junio (segundo trimestre), gracias a un aumento de 1,6% en la producción industrial (concentrado en la primera parte), determinó una aceleración temporal del PIB.
“Debilidad de la demanda interna, menor fortaleza de la demanda externa, repercusiones de la violenta turbulencia financiera mundial y endurecimiento de las finanzas públicas” es lo que se cierne sobre nuestro país. “El anticipador de la OCDE -explica el centro de estudios en la 'situación económica flash'- sigue cayendo, el PMI está en zona de recesión en manufactura y servicios, el empleo languidece, el consumo está plano, el contexto de inversión se ha deteriorado, las exportaciones se refrenan más que mercados outlet. La subida de tipos del BCE dificulta la recuperación y acentúa las dificultades de los deudores”. Los indicadores, por tanto, “apuntan a una nueva y prolongada fase de variaciones del PIB que muy difícilmente superará el 1% anual”.
