La reacción de la Comisión Europea a las declaraciones del primer ministro Letta, que confirma la decisión de mantener el déficit por debajo del umbral del 3% a finales de año, es positiva. El ejecutivo de la UE "acoge con satisfacción el firme compromiso del primer ministro para garantizar que los objetivos presupuestarios se alcancen en 2013".
Los datos que surgieron hoy, sin embargo, contrastan con los objetivos. El gobierno revisó negativamente el PIB de 2013, de -1,3% a -1,7%, y asumió un rebasamiento "tendencial" del techo del déficit: su relación con el PIB debería aumentar a 3,1%.
"La interrupción de la caída de tipos y la reanudación de la inestabilidad política pesa en las cuentas y por eso no hemos podido escribir hoy el 3%" en el Documento Económico Financiero (Def) -explicó el primer ministro- "pero existe el compromiso de mantenerse por debajo de los límites impuesto por la UE. Hay un compromiso confirmado de mantener los acuerdos alcanzados con los socios europeos y con la Unión Europea”.
Y la Comisión Europea de momento confía en Italia, porque como ha argumentado el propio primer ministro italiano, el objetivo es ambicioso pero alcanzable, siempre que haya estabilidad política.
