Según el último informe de la OCDE, el programa de rescate griego podría salvar la economía griega, impulsar el crecimiento, aumentar el empleo y mejorar el nivel de vida de la población. Pero el éxito dependerá de la plena implementación de las reformas.
El secretario general del instituto Angel Gurria, al presentar hoy el informe en Atenas, valoró las difíciles decisiones ya tomadas hasta ahora por las autoridades griegas. “Las reformas realizadas en el último año han sido notables. Estos logros no siempre parecen ser apreciados de la manera correcta en Grecia o en el extranjero”.
El gobierno enfrenta un doble desafío: demostrar a los mercados financieros su determinación de reducir la deuda nueva y convencer a los griegos de que el sufrimiento que están experimentando hoy es un paso necesario para construir una economía más fuerte en el futuro.
El informe subraya cómo es necesario seguir recortando el déficit para invertir la tendencia de crecimiento de la deuda pública. Centrarse en las privatizaciones y mejorar la gestión de las instituciones públicas también son dos formas importantes de avanzar. Estimularán potencialmente el crecimiento a través de una mayor eficiencia y atrayendo inversión extranjera.
La OCDE muestra que el crecimiento también puede provenir de las exportaciones y las inversiones, si está respaldado por reformas fundamentales para mejorar la debilidad del sector público, a través de privatizaciones y el nuevo paquete de fondos de la Unión Europea. Combinadas, todas estas reformas podrían reducir la deuda pública a menos del 60 % del PIB durante los próximos 20 años, desde el 140 % en 2010.
Sin embargo, en 2011 Grecia registrará una recesión con una caída del PIB del 3,5% a final de año (en todo caso mejor que el -4,4% del año pasado). Se espera una ligera recuperación recién en 2012, con un aumento del 0% del PIB gracias al aumento de las inversiones y exportaciones.
