“No entiendo a Tsipras”, se desahogó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una entrevista concedida al semanario alemán Der Spiegel. En lugar de seguir quejándose, argumentó el político luxemburgués, el primer ministro griego debería deberle a sus electores que la Comisión ha ofrecido a Atenas un programa de inversiones por valor de 35 millones de euros de 2015 a 2020. “Si yo fuera el primer ministro griego, lo reclamaría como una victoria".
“La confianza que he depositado en él no siempre ha sido correspondida”. Además, el primer ministro griego parece haber malinterpretado el papel de mediador del jefe de la Comisión, como si fuera "alguien que puede sacar el conejo del cilindro. Pero ese no es el caso – concluyó Juncker – Le he advertido repetidamente que no puede confiar solo en mí para evitar el colapso de las negociaciones”. Juncker, por tanto, no descartó Grexit: "En ningún caso puedo evitar el fracaso de las conversaciones".
