“Los estados europeos, que hace un siglo lucharon entre sí con furia feroz, hoy están unidos bajo una misma bandera”. Este es el corazón del discurso de Giorgio Napolitano durante la celebración, una vez más bajo la bandera de la sobriedad, del aniversario de la República Italiana. Un mensaje europeísta, en tiempos difíciles para la unión: “En nombre de valores comunes de libertad, justicia e igualdad, (los estados europeos) persiguen juntos la prosperidad, por un camino indispensable de integración económica, política e institucional”.
“Incluso para Europa, la paz no es un bien definitivamente adquirido – prosiguió Napolitano -. Así lo demuestra la escalada de graves focos de tensión cerca de las fronteras de la Unión y el necesario y constante compromiso de la comunidad internacional en la gestión de crisis y en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. En el mundo de la competencia económica y la globalización, los instrumentos militares de los países democráticos están llamados a realizar tareas vitales de disuasión, prevención y protección para la seguridad de los ciudadanos y para la protección de la legalidad”.
“En el Día de la República – concluyó Napolitano -, que todos vosotros, soldados, marinos, aviadores, carabinieri y financieros, de todos los órdenes y grados, recibáis la consideración y el agradecimiento de los italianos y un deseo muy ferviente. ¡Viva las Fuerzas Armadas, viva la República, viva Italia!”.
En la ceremonia en el altar de la patria, donde el jefe de Estado colocó una corona de laurel al soldado desconocido, también estuvieron el primer ministro Matteo Renzi, la ministra de Defensa Roberta Pinotti y los presidentes del Senado y de la Cámara, Piero Grasso y Laura Boldrini. , quien ha prometido que los dos marines detenidos en India serán devueltos.
