Su nombre es Royal Princess y rompió una botella de champán hoy. Todavía no ha comenzado a navegar, pero el último esfuerzo de Fincantieri ya ostenta el récord del barco más grande jamás construido en Italia: 141.000 toneladas de arqueo bruto, 330 metros de eslora y 38 de manga. Hay 1.780 camarotes, de los cuales 1.438 tienen balcones, y la capacidad total supera las 5.600 personas, incluida la tripulación.
Es el nuevo buque insignia de la flota de Princess Cruises, una marca del gigante Carnival, operador global en el sector de los cruceros (y propietario, entre otras cosas, de Costa Crociere). Tras la puesta en marcha en la fábrica de Fincantieri en Monfalcone, ahora pasamos a la fase de equipamiento. La entrega está prevista para la primavera de 2013. La construcción de la unidad hermana comenzará a finales de agosto y se entregará en 2014.
“Con Royal Princess consolidamos nuestro liderazgo en la construcción de los barcos de pasajeros más grandes de la historia de la construcción naval italiana – comentó el director general de Fincantieri, Giuseppe Bono -. Esta unidad representa una fuerte inversión industrial que para nosotros no sólo supone la consecución de un objetivo tecnológico de altísimo nivel, sino que constituye la mejor respuesta a la persistencia de la crisis mundial que ni siquiera deja indemne a nuestro sector. A pesar de ello, con mucha determinación, logramos tomar todos los pedidos que hoy ofrece el mercado”.
Desde 1990, Fincantieri ha construido 63 cruceros, de los cuales 13 solo para la marca Princess Cruises. Otras siete unidades están en construcción en las fábricas del grupo.
