La política detiene la industria. Debido a la tensión entre Tokio y Pekín por la disputa territorial sobre Islas Senkaku/Diaoyu, Toyota, Honda y Nissan – los tres principales fabricantes de automóviles japoneses – han decidido detener la producción de sus plantas en China (quién parcialmente, quién completamente).
Un portavoz de Toyota, informa la agencia AFP, dijo que “la seguridad de los trabajadores es la prioridad número uno”. La casa tiene tres fábricas en China, donde emplea a unas 26 personas y produce 800 vehículos al año.
En cuanto a Nissan, ha decidido detener las operaciones en Guangzhou (provincia de Guangdong) y Zhengzhou (provincia de Henan), mientras que la fábrica de Xiangyang (provincia de Hubei) permanece activa.
Finalmente, Honda anunció que ha cerrado las operaciones en todas sus cinco plantas en China hoy y mañana.
Las islas deshabitadas que son objeto de la disputa entre los dos países se encuentran en el Mar de China Oriental: los chinos las llaman Diaoyu, que las reclaman, y Senkaku, que las controlan los japoneses.
Mientras tanto, Beijing se reserva el derecho de tomar "medidas adicionales” en el tira y afloja con Japón. El ministro de Defensa chino, Liang Guanglie, dijo esto hoy, hablando en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo estadounidense, Leon Panetta.
