Estados Unidos se desacelera y el mercado laboral es insatisfactorio, pero la Reserva Federal se mantiene optimista. De hecho, el PIB estadounidense creció un 0,1%, el ritmo más lento desde el cuarto trimestre de 2012. Una desaceleración atribuible a factores coyunturales, como la ola de mal tiempo que azotó América a principios de 2014.
Janet Yellen, presidenta de la Fed, no se desanima: “Muchos de los indicadores recientes sugieren que la recuperación del gasto y la producción ya está en marcha, colocando el crecimiento en la trayectoria correcta este trimestre”, dijo en su discurso ante el Comité Conjunto del Congreso Económico. A pesar de la desaceleración registrada en los primeros tres meses del año, la economía en el año en curso, señala Yellen, está destinada a mejorar el +1,9% logrado en 2013.
El problema sigue siendo el mercado laboral, que está mejorando, pero cuyas condiciones son "decididamente insatisfactorias", con los riesgos asociados a una inflación demasiado baja. Es por ello que el Banco Central de Estados Unidos seguirá garantizando su apoyo a la economía: “Ante el hecho de que el mercado laboral está muy débil y que la inflación se mantiene por debajo de la meta óptima (en un 2%) – dijo Yellen – queda asegurado un alto grado de acomodación monetaria”.
En su discurso de apertura, Yellen también citó la crisis de Ucrania como un riesgo para las perspectivas económicas: "El aumento de las tensiones geopolíticas o la intensificación de las tensiones financieras en los mercados emergentes podrían socavar la confianza en la recuperación mundial".
Las palabras de Yellen no convencen a los mercados. Alrededor del 17 el Nasdaq pierde más de un punto, mientras que el Dow Jones viaja justo por debajo de cero. Piazza Affari cede por 9 décimas de punto.
