Un Boeing 777 de Malaysia Airlines se estrelló cerca de la frontera entre Ucrania y Rusia, matando a 295 personas, incluidos 280 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. La noticia, difundida por la agencia de noticias rusa Interfax, fue confirmada por la aerolínea malaya.
El vuelo se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur y desapareció del radar a las 15 horas mientras viajaba 15 kilómetros desde Donetsk, cerca de zonas donde se libran combates entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos.
A la espera de los comunicados de prensa oficiales, ya se difunden los primeros rumores sobre las causas del desastre. Según Interfax, el avión fue derribado por un misil tierra-aire Buk, una tecnología desarrollada por la Unión Soviética y ahora propiedad de Rusia.
Este detalle fue confirmado por un asesor del ministro del Interior ucraniano, quien acusó a los separatistas prorrusos de ser los responsables de la tragedia. El líder de los rebeldes en el este de Ucrania, Alexander Borodai, lanzó la misma acusación en Kiev.
El presidente ucraniano, Poroshenko, precisó que sus soldados no están involucrados e inmediatamente inició una investigación, también solicitada encarecidamente por el primer ministro de Malasia, Najib Razak.
Moscú niega cualquier participación, pero según una fuente del Ministerio de Defensa de Ucrania, los separatistas golpearon por error el avión de Malaysia Airlines en un intento de golpear un avión de transporte ucraniano que les había sido informado por las fuerzas de defensa antiaéreas rusas. No muy lejos, de hecho, volaba un Iliushin 76, con provisiones para los soldados de Kiev.
El pasado mes de marzo otro Boeing 777 de la misma Malaysia Airlines desapareció en el océano Índico cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín.
