Según el director ejecutivo de Eni, Paolo Scaroni, el gasoducto Nabucco "no es un proyecto sólido", porque no tiene ningún productor de gas como socio, pero es una iniciativa de los consumidores. “No hay competencia entre Nabucco y South Stream. South Stream transporta gas ruso sin pasar por Ucrania. Quizás Nabucco pueda transportar gas de Azerbaiyán y Turkmenistán a Europa”, dijo Scaroni esta mañana durante una audiencia en el Parlamento Europeo en Bruselas.
Cruzando el Mar Negro, South Stream transportará gas ruso a Bulgaria, donde se conectará con la red europea. Es una sinergia entre Eni y Gazprom ruso por un valor de aproximadamente 19 a 24 mil millones de euros. Nabucco será operado por la austriaca Omv, la húngara Mol, la rumana Transgaz, Bulgargaz, la turca Botas y el alemán Rwe. El coste del oleoducto es de 9 millones de euros. El proyecto está vinculado a otro gasoducto bajo el Mar Caspio, un acceso directo al gas turkmeno que reduciría el poder monopólico de Moscú en los mercados europeos. Hasta ahora, la construcción ha encontrado resistencia por parte de Rusia e Irán, países de tránsito costero, que se oponen al oleoducto, citando la protección del medio ambiente marino como razón oficial.
