Un nuevo susto sacude el fútbol profesional italiano. La investigación, nacida en Cremona, condujo a la detención de dieciséis personas, entre ellas exfutbolistas de la talla de Beppe Signori, Stefano Bettarini (exmarido de Simona Ventura) y Cristiano Doni, capitán del Atalanta. Junto a ellos, se liberan las esposas para ejecutivos de empresas, autónomos y dueños de agencias de apuestas deportivas. Nueve están ahora bajo arresto domiciliario.
La acusación es la de manipular los partidos de fútbol de la Serie B y la Lega Pro (la antigua Serie C) en beneficio propio, en una verdadera organización criminal. El imputado recurrió, en caso necesario, a la administración de sedantes a los jugadores para influir en su rendimiento.
La operación se refiere a una treintena de acusados y se llevó a cabo con seis meses de investigaciones por parte de las jefaturas de policía de Bari, Como, Bolonia, Ascoli Piceno, Roma, Rimini, Ancona, Pescara, Turín, Nápoles, Benevento, Ferrara y Ravenna. De los papeles a disposición de los investigadores también surgen sombras sobre la Serie A: Signori habría apostado 150 mil euros por el Inter-Lecce tras haber recibido garantías sobre el resultado del partido.
