Mitt Romney conquistó el estado clave de Ohio, pero no logró infligir una derrota decisiva a su rival Rick Santorum en el llamado "Supermartes". Esto sugiere que la lucha entre el establishment del partido y la base conservadora por la nominación del candidato republicano aún es larga.
Romney ganó cinco de los 10 estados en juego pero con un margen de victoria muy estrecho en Ohio, el estado más importante en el desafío de ayer y políticamente dividido. Romney está ahora más cerca del umbral de 1.144 delegados necesarios para asegurar la nominación, pero el desempeño de Santorum sigue destacando la incapacidad de Romney para ganar un amplio apoyo entre la base del Partido Republicano, que sospecha de su pasado "moderado" como gobernador de Massachusetts.
Romney ganó fácilmente en Massachusetts, así como en Vermont e Idaho, conquistando también Virginia mientras que Santorum ganó Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte.
Ahora que la mayoría de los votos se cuentan en Ohio, Romney lidera con el 38 % de los votos y Santorum ocupa el segundo lugar con el 37 %. Las proyecciones de televisión, por lo tanto, coronan a Romney. Según las encuestas a boca de urna, los votantes de Ohio creen que Romney tiene más posibilidades de vencer a Obama, pero consideran que Santorum está más cerca de los problemas que el estadounidense promedio.
