Gana quien no espera: trastornando todos los pronósticos y tras perder a su líder Cristiano Ronaldo por lesión, Portugal conquista París, elimina a Francia en la prórroga y se proclama campeón de Europa por primera vez.
Para los lusitanos parecía una final maldita después de que Cristiano Ronaldo acabara noqueado en los primeros minutos por una no mala pero rota intervención de Payet. Y en cambio el dramatismo de CR7, que salió llorando pero se sentó en el banquillo en la final para animar a su equipo, le dio la carga a Portugal que no se desanimó y luchó hasta el final, encontrando el gol de la victoria con Eder.
Francia hizo todo para ganar pero no había nada que hacer. El cuento de hadas del fútbol así lo había decidido. Enhorabuena a Portugal y, en su desgracia, a Cristiano Ronaldo, su extraordinario capitán que ha sido el alma del equipo incluso desde fuera.
