Gino Pollicardo y Filippo Calcagno, los dos italianos de la empresa Bonatti retenidos como rehenes en Libia durante 8 meses, finalmente están en casa. Aterrizaron esta mañana, poco después de las 5, en el aeropuerto romano de Ciampino. Salieron de Sabratha pero las circunstancias de su liberación siguen siendo un misterio.
Su regreso, anunciado ayer por el primer ministro Matteo Renzi, había sido comunicado definitivamente por al-Zawadi, presidente del consejo municipal de Sabrato, que no quiso añadir nada más. Es comprensible el suspiro de alivio de las dos familias, una de Liguria y otra de Sicilia, de los dos italianos liberados, al llegar a Ciampino con las primeras luces del alba.
En Libia, sin embargo, continúan las autopsias de los otros dos italianos asesinados por ISIS. En los próximos días, el Gobierno informará al Parlamento sobre todo el asunto y será el canciller Gentiloni quien lo haga.
