Christine Lagarde, la nueva directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de junio, acaba siendo investigada en Francia.
Es una vieja historia, ligada al polémico empresario (y actor) Bernard Tapie. Fue la propia Lagarde, como ministra de Economía, quien optó por acudir a un tribunal arbitral (en lugar de recurrir a la justicia tradicional) para encontrar una solución a una disputa entre Tapie y el antiguo banco público Crédit Lyonnais. Se trata de la venta en 1993-94 del grupo Adidas, entonces propiedad del empresario. La transferencia se habría realizado a un valor inferior al valor real. Pues bien, en 2008 el tribunal arbitral decidió conceder a Tapie una indemnización de 285 millones de euros, suscitando numerosas polémicas en el mundo político (el empresario, antes cercano a los socialistas, ahora es seguidor de Nicolas Sarkozy). La justicia francesa ha decidido ahora abrir una investigación para ver con más claridad. Y entender si hay responsabilidades reales de Lagarde.
