El parámetro Pmi (índice de gerentes de compras) para la fabricación italiana cayó a 47,0 en agosto, desde 50,1 en julio: es el mínimo en dos años. En este período la contracción continuó a un ritmo más acelerado, registrándose una caída en los pedidos, la producción y el empleo.
Se ha traspasado así el umbral de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción: el resultado del mes que acaba de terminar es el más bajo desde agosto de 2009, cuando Italia estaba en plena recesión. Y según los datos (procesados por Markit/Adaci), la fabricación nacional sigue rezagada respecto a la mayoría de los países de la eurozona, aunque no haya noticias brillantes del panorama internacional.
Surgen crecientes signos de estancamiento en todo el bloque de la moneda única: el PMI flash de agosto registró una caída de 50,4 a 49,7, también en este caso superando el umbral a la baja de 50. El subíndice de producción cayó a 48,9 desde 50,2, mostrando el primera lectura por debajo de 50 desde julio de 2009. Además, la perspectiva está lejos de ser halagüeña, con nuevos pedidos cayendo por tercer mes consecutivo: el subíndice relativo obtiene 46 frente a 46,9 de la lectura preliminar y 47,6 en julio.
