El Parlamento griego debería votar el plan de austeridad a finales de junio. Así lo afirmó un alto funcionario del gobierno en Atenas, que prefiere permanecer en el anonimato. Las nuevas medidas a medio plazo (2012-2015) son una condición previa para recibir un paquete adicional de ayuda internacional. Según la misma fuente, el Ejecutivo también tiene previsto recortar el IVA y el impuesto de sociedades a partir de 2012. Estas medidas, sin embargo, no se incluirán en el próximo plan económico y serán fiscalmente neutras. El objetivo parece ser conseguir el apoyo del partido opositor Nueva Democracia, que había solicitado la rebaja del impuesto de sociedades a cambio de apoyo al nuevo programa de austeridad.
Altos cargos del Gobierno griego han aclarado que el Ejecutivo no tiene intención de organizar ningún referéndum sobre la contención del gasto. Pero su primer ministro no parece estar de acuerdo. El primer ministro George Papandreou dijo que estaba abierto a la idea de una ley que permita consultas populares: "Estoy listo para hacer cambios importantes y en este contexto, la institución del referéndum también podría usarse para obtener el máximo consenso posible". Según Papandreou, "los cambios esperados no atañen sólo a la próxima votación en el Parlamento de las medidas incluidas en el programa financiero a medio plazo", sino también a cambios en el "modelo político y económico", en el que el "amiguismo" ha dominado tanto lejos. Sin embargo, el primer ministro descartó elecciones anticipadas (su mandato expira en 2013) y se comprometió a respetar el acuerdo alcanzado con los acreedores del país, la UE y el FMI: "Hoy, Grecia sufre las repercusiones de una inestabilidad financiera generalizada y esto obliga para tomar decisiones difíciles, los siguientes días y semanas son cruciales”. Papandreou concluyó invitando a los diputados "a votar el programa financiero por amplia mayoría".
