De las palabras a los hechos o al menos a las intenciones. Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, ya había dicho hace un tiempo que su empresa apuntaba a fortalecerse en la entrega de alimentos convirtiéndose en la empresa más grande del mundo en este segmento de mercado que crece visiblemente. Por eso Uber negocia la compra de la británica Deliveroo, una de las mayores startups de Europa que el año pasado recaudó la belleza de 480 millones de dólares entre inversores.
En reparto a domicilio de comida Uber ya está ahí con UberEats pero comprar Deliveroo supondría dar un gran salto de calidad. Por eso, según Bloomberg, el grupo californiano habría ofrecido a Deliveroo más de 2 millones de dólares.
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UberEats y Deliveroo crearían conjuntamente un fortísimo hub de entrega de comida a domicilio que podría empezar a dar servicio a algo así como 17 restaurantes en Reino Unido y luego atacar el mercado americano y que socavaría el liderazgo de JustEat, hasta ahora líder indiscutible del sector que ayer empezó a pagarlo en la Bolsa. Sin embargo, hasta el momento, los accionistas de Deliveroo se han mostrado reacios y preferirían una asociación con Uber en lugar de vender directamente, pero los juegos acaban de comenzar y el partido aún está por verse.
