Ahora es oficial, Giorgio Squinzi es el nuevo presidente de Confindustria. Su programa fue aprobado por la junta con 102 sí, 22 no y 21 abstenciones. Un éxito más marcado, por tanto, que el obtenido en la junta anterior, donde el dueño de Mapei había obtenido 93 votos a favor contra 82 de Alberto Bombassei, una división nunca antes registrada.
Estos son los principales nombres del equipo presentado por Squinzi: la cátedra de relaciones industriales va para Stefano Dolcetta, desarrollo económico para Aurelio Regina. Para Investigación e Innovación está Diana Bracco, para Políticas Regionales y Simplificación está Gaetano Maccaferri. Antonella Mansi recibió la Organización, Aldo Bonomi las Redes Empresariales, Ivan Lo Bello la Educación, Fulvio Conti el Centro de Estudios y Alessandro Laterza el Mezzogiorno.
Una confederación de la industria italiana en línea con la gestión anterior de Emma Marcegaglia. El presidente saliente era, de hecho, el principal partidario de Squinzi junto con la familia Berlusconi, mientras que Bombassei estaba respaldado por el director ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, quien recientemente había dejado Confindustria.
Sin embargo, el número uno de Brembo quiere asegurarse de que "no haya grietas" ni "corrientes, solo un grupo de pensadores que quisieron dar su contribución y así lo hicieron".
Y si Montezemolo, hablando a los periodistas al salir de la junta, espera que Confindustria "podrá redescubrir pronto su unidad", una idea completamente diferente tiene Emma Marcegaglia quien, al comentar la victoria de Squinzi, habló de una unidad "redescubierta" y de una "más fuerte y más sólida" con la que dijo estar "muy satisfecha".
El traspaso se producirá con la asamblea de Confindustria los días 23 y 24 de mayo y se producirá en un momento de gran cambio en los equilibrios políticos y asociacionistas determinados por el gobierno de Monti.
