La activación del plan de rescate de Chipre, uno de los temas que hoy examina el Eurogrupo, corre grave peligro de deslizarse por un par de meses en comparación con la fecha inicialmente establecida, tanto es así que, según la prensa internacional, no se espera una decisión al respecto antes de finales de marzo.
La explicación oficial dada por las autoridades chipriotas habla de la revisión en curso del capital de los bancos del país, y de la prórroga de la devolución del préstamo de 2,5 millones concedido por Rusia.
Pero es precisamente el papel jugado por Rusia en este asunto lo que da sustancia a la explicación no oficial de este cambio, a saber la compleja relación entre las instituciones europeas y el presidente chipriota Demetris Christofias, que se ha negado a firmar ningún compromiso con la Troika y está más o menos abiertamente acusada de utilizar los bancos del país para blanquear dinero ruso.
Bruselas, empujada en esta dirección principalmente por Alemania, estaría por tanto a la espera de conocer el resultado de las próximas elecciones presidenciales chipriotas, que tendrán lugar en febrero, antes de tomar una decisión.
