La economía de la primera potencia mundial sigue mostrando signos de debilitamiento. El Departamento de Comercio de EE. UU. dijo que el gasto aumentó un 0,2% en línea con las expectativas de los economistas, después de subir un 0,7% en julio. Sin embargo, los estadounidenses han recurrido a sus ahorros para mantener sus niveles de gasto, una señal de consumidores empobrecidos. Los ahorros cayeron año tras año a $ 519,3 mil millones, el más bajo desde diciembre de 2009, desde $ 550,5 mil millones en julio. La tasa de ahorro disminuyó un 4,5%. Considerando la inflación, que registró 2,9% en agosto, el valor del gasto ajustado por precios al consumidor se mantuvo estable frente al mes anterior – había aumentado 0,4% en julio.
Los ingresos cayeron un 0,1%, la primera caída desde octubre de 2009, cuando los economistas esperaban un aumento del 0,1%. Es una señal de la desaceleración de la economía estadounidense que está sintiendo la presión sobre el mercado laboral debido a los altos niveles de desempleo. Los salarios -privados y públicos- descendieron en 12,2 millones tras registrar un aumento de 23,8 millones en julio.
Buenas noticias en cambio desde Nueva York donde el índice de referencia del sector manufacturero (ISM) de la Gran Manzana se restableció en septiembre por encima de 50 en 50,6 puntos, después de haber tocado los 47,8 puntos en agosto. De esta forma se considera que las actividades económicas han vuelto a una fase de expansión. El componente que mide el empleo aumentó a 48,8 puntos desde los 48,6 de julio; mientras que el de los precios pagados por las empresas creció a 61 puntos desde 54,3.
