Un último paso y Samsung se convertirá en el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo. Según los analistas de Nomura, durante este trimestre se superará al acérrimo rival Nokia, que lidera el mercado desde 1996. Y en los próximos tres meses, el gigante finlandés incluso bajará al tercer escalón del podio: por ahora incluso Apple está conteniendo la respiración en el cuello y para el tiro decisivo es solo cuestión de tiempo. “En 1996, Nokia lanzó el Communicator, el primer teléfono inteligente, y desde entonces se ha desarrollado un mercado real – se lee en una nota de Nomura -. Sin embargo, después de alrededor de 14 años en la cima, la compañía parece dispuesta a perder la corona".
La sociedad europea ha perdido cada vez más terreno a lo largo de los años. El golpe de gracia llegó con el iPhone de Steve Jobs y la tecnología Android de Google. Pero mientras tanto, incluso los competidores asiáticos más ágiles estaban ganando cuotas de mercado cada vez mayores. En términos absolutos, Nokia fabrica aún más teléfonos que Samsung. Su liderazgo sigue firme en la producción de modelos sencillos, sobre todo gracias a una red de distribución especialmente amplia en países emergentes. La compañía también está en proceso de cambiar su plataforma de tecnología Symbian al último software de Microsoft. Esta fue una de las primeras decisiones del nuevo CEO, Stephen Elop.
