El primer intento de negociación política real sobre Guerra Rusia-Ucrania termina sin ningún progreso, al menos en lo que se refiere a "un alto el fuego". Pero el canciller ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, discutieron la posibilidad de un encuentro cara a cara entre sus dos presidentes durante su encuentro en Antalya. Putin-Zelensky. “El presidente Putin nunca ha negado los contactos”, pero el gobierno ucraniano “sigue reemplazando el problema real con efectos especiales. Putin no se niega a una reunión de presidentes, pero primero se debe hacer todo el trabajo preparatorio. Ucrania nos ha dicho que nos dará respuestas concretas, estamos esperando”. Dijo el ministro Lavrov.
Las conversaciones en Turquía marcaron las negociaciones de más alto nivel entre los gobiernos ruso y ucraniano desde el comienzo de la invasión, de hecho, una "operación especial" como reiteró absurdamente Lavrov, pero como se esperaba, terminó sin ningún acuerdo concreto. Según Kuleba, Lavrov "no está en condiciones de comprometerse" con la apertura de un nuevo corredor humanitario, lo que sugiere que el canciller ruso no tiene poder para tomar ninguna decisión sin consultar a Moscú, o más bien a Putin.
Mirando el panorama general, Putin ha fallado efectivamente en sus objetivos estratégicos de capturar rápidamente a Kiev y obligar al gobierno ucraniano a capitular. A medida que aumentan las frustraciones, las posiciones de Rusia siguen siendo las mismas, con Moscú acusando nuevamente a Ucrania de ser el agresor y que el ataque continuará hasta que Kiev acepte su lista de demandas, que incluyen "la neutralidad de Ucrania”, como reiteró Lavrov en la reunión en Türkiye.
Putin descarga la culpa que recae sobre Occidente
Mientras tanto, Putin hace acto de presencia para "apaciguar" los ánimos rusos y, como Pekín, descarga la culpa sobre Occidente. “El aumento de los precios de los productos derivados del petróleo en los Estados Unidos no está relacionado con la prohibición de importar petróleo de la Federación Rusa, engañan a su población”, los precios en Occidente “están creciendo, pero no por nuestra culpa. Este es el resultado de sus propios errores de cálculo. No tienen nada de qué culparnos". El presidente ruso dijo esto durante una reunión del gobierno y que "los precios del mercado mundial de alimentos aumentarán aún más si continúa la presión económica internacional sobre Rusia".
