un registro de seguros para evitar que miles de millones de euros se esfumen en el desconocimiento total de los beneficiarios de las pólizas.
Esta es la petición presentada por el IVASS el pasado mes de junio durante el Informe Anual y re-propuesta hoy por las asociaciones de consumidores que claman por una nueva ley destinada a proteger a millones de personas que cada año pierden dinero que les pertenece por derecho sin saberlo.
No hablamos de motas, sino de miles de millones de euros. Con base en los datos recopilados por el Instituto de Supervisión de Seguros, hoy en día existen 4 millones de pólizas de vida en riesgo de inactividad por un importe total de 145 millones de euros.
Según explica la asociación que dirige Salvatore Rossi, las pólizas durmientes “son pólizas que no han sido cobradas por los beneficiarios y están en las empresas a la espera de prescripción. Pueden ser pólizas para el caso de fallecimiento del tomador, del que los beneficiarios no tuvieran conocimiento, o pólizas de ahorro que, habiendo llegado a su vencimiento, no hayan sido cobradas por diversas causas”.
Siendo así, todo el importe del seguro de vida estipulado se esfuma, o mejor dicho, transcurridos diez años desde el fallecimiento del asegurado o desde la extinción del contrato, pasa a reponer lal "Fondo de relaciones inactivas" establecida en la Consap.
Para evitar que esto sucediera, el IVASS primero y varias asociaciones de consumidores luego pidieron que se promulgara una nueva legislación que permitiera compañías de seguros para acceder al Registro anualmente y verificar los datos. De este modo, en caso de fallecimiento del asegurado, podrán disponer automáticamente el pago de las cantidades adeudadas a los herederos, evitando que estos últimos pierdan el dinero al que tienen derecho.
Cabe recalcar que, mientras continuamos discutiendo el tema, a la fecha ya existen formas de saber si un familiar fallecido tiene contratado un seguro de vidaes decir, consultar el "servicio de búsqueda de coberturas de seguros de vida" de Ania o, en su defecto, solicitar información al banco o compañía de seguros del familiar.
