“Bienvenidos a la página oficial de Twitter de Su Santidad Benedicto XVI”: así se lee el perfil La página de Twitter del Papa Ratzinger, inaugurada hoy mismo y ya un culto (de ironías e insultos, a decir verdad…) en la red social de los chirridos. A las 14.50 horas del día de su debut, los seguidores de Su Santidad (@pontifex_es el nombre de la cuenta oficial) son poco más de 7 mil, mientras que Benedetto a su vez sigue solo 7 páginas, que en realidad son sus propios perfiles grabados en otros idiomas: inglés, alemán, francés, español, portugués, polaco y hasta árabe.
De momento todavía no hay tuits del Papa (el primer "lanzamiento" está previsto para el 12 de diciembre), pero la red ya se ha vuelto loca con la noticia de la llegada del Pontífice al sitio de microblogging. Bajo el hashtag #el Papa en Twitter, trend topic del día, se puede leer de cada uno: “Así que desde hoy el Papa ya no excomulga. Te deja de seguir directamente”; “#El Papa en Twitter tendrá un icono de la Virgen”; “Cuando muere un Papa, sigue otro”; “Al llegar a casa, encontrarás a los niños, dales un tweet a tus hijos y diles: este es el tweet del Papa”; “Incipit tuit nova”; "¡No sé, lo veo mal! ¿No está rodando la homilía en 140 caracteres??”; "Después de Balotelli, el Papa también se suscribe a twitter"; “Mientras te maravillas #El Papa en Twitter¡Santa Claus está pensando seriamente en unirse al personal de Ebay!”.
Estos son algunos de los más divertidos, pero también hay quienes no pierden la oportunidad de lanzar una indirecta a la institución de la Iglesia: "Benedict, ok eso con twitter has entrado en la era moderna, pero aún quedaría ese pequeño discurso sobre células madre y eutanasia"; “#el Papa en Twitter es la demostración de que la iglesia está perdiendo valor”; “Hasta el Papa ha aterrizado… Estaba pensando en Siria, para detener la guerra civil, en cambio… en Twitter. Pecado".
Mientras tanto, se eleva la espera por el primer twitter del primer inquilino del Vaticano: como se mencionó, se llevará a cabo, según se comunicó, el 12 de diciembre. Pero conociendo la red, Benedicto XVI pronto podría arrepentirse…
