Tras las listas europeas y Wall Street, Asia también se ha derrumbado. Los temores provienen de la declaración de Morgan Stanley que ayer anunció el peligro de una desaceleración global, revisando a la baja sus estimaciones de crecimiento del PIB mundial hasta el 3,9% desde el 4,2% anterior.
Tokio sufrió una venta masiva con un Nikkei que cerró en rojo en el -2,51% cayendo hasta los 8.719,24 puntos (224,52 puntos menos que el cierre de ayer). Para colmo de males fue el anuncio, casi cierre de un nuevo terremoto en el noreste de Japón, frente a las costas de Fukushima. Peor aún fue el desempeño de Seúl, donde el índice de referencia Kospi cerró con una caída del 6,2%, perdiendo 115,70 puntos y cayendo a 1.744,88. Hong Kong también estuvo mal, perdiendo un 2,79% poco antes del cierre
La caída de los futuros del petróleo y la caída de la actividad interbancaria contribuyen a agudizar el ya mal humor del mercado: la Fed ha puesto en observación las peticiones de los bancos europeos en EE.UU. Las pérdidas asiáticas se están acumulando a medida que la capitalización bursátil cayó el Jueves Negro: la capitalización bursátil cayó 300 mil millones de euros en una sola sesión.
La fiebre de las ventas en las listas de precios europeas continúa hoy. Las principales bolsas abrieron a la baja: a las 10.15 horas el FtseMib perdía un 2,40%, Fráncfort un 3,27%, el Cac40 de París un 2,84% y el Ftse100 de Londres estaba en números rojos un 1,86%.
En Piazza Affari tras ser suspendidos por excesivas reducciones, los títulos Fiat y Unicredit vuelven a cotizar a -4,25% y -3,45% respectivamente.
