Están mejor cuando las cosas van bien, pero no están peor cuando las cosas van mal.. La tendencia (perennemente ascendente) de la retribución de los miembros de los Consejos de Administración de los bancos estadounidenses ha adquirido ahora la apariencia de una verdadera paradoja. Cuando la economía iba bien, los salarios tenían que subir para premiar la gestión excelente; y, por otro lado, cuando la economía va mal, no pueden decrecer porque gestionar empresas -en tiempos de crisis- es más difícil.
El panorama que pinta el New York Times (utilizando datos de Equilar) sobre el escenario de la retribución de los miembros de los consejos de administración de los principales bancos estadounidenses es impresionante. Y a años luz de aquellas declaraciones con las que en 2009 Barak Obama criticó a los principales bancos del país quienes, a pesar de haber recurrido a las ayudas gubernamentales, habían incrementado la contracción del crédito pero al mismo tiempo favorecían a sus propios gestores.
Los directivos más ricos son los de Goldman Sachs: El salario promedio anual por director (esencialmente un trabajo de medio tiempo ya que involucra hasta 15 reuniones por año) fue de $488.709 en 2011. En 2008 (año de la quiebra de Lehman Brothers) el promedio fue 50% más bajo.
Los demás institutos siguen la misma línea. Los consejeros de Morgan Stanley cobran una media de 351.080 dólares, 8 euros más que en 2008. En Citigroup, la remuneración de los consejeros es igual a 315 dólares (un 64% más que en 2008). Para Wells Fargo, el cheque de pago aumentó a $299 en comparación con $253 en 2008. Los datos de 2012 se publicarán en las próximas semanas y se esperan más aumentos.
