Entre 2013 y 2015, Italia destinó 50 millones de euros para la construcción de columnas que permitan recargar coches eléctricos. Una inversión importante, dado que precisamente la escasez de estos dificulta la difusión de vehículos con impacto cero en el medio ambiente. Es una pena que, como denuncia el Tribunal de Cuentas, sólo se hayan gastado 6.286 euros de ese dinero.
Los magistrados contables revelan que el Estado presupuestó 20 millones en 2013, 15 millones en 2014 y 15 millones en 2015 para la construcción de las estaciones de carga.En 2009 se seleccionaron 19 proyectos de Regiones y Provincias para la construcción rápida de las columnas, pero los 4,54 millones asignados nunca llegaron a su destino.
Solo en mayo de 2016, escribe el Tribunal de Cuentas, "estuvieron en vigor los acuerdos con las Regiones que en algunos casos aún no se han estipulado". Y al final, el único dinero realmente gastado son los 6286,28 euros pagados a la Imprenta del Estado por la publicación del aviso.
El Plan italiano de estaciones de recarga, solicitado por la UE y escrito por primera vez en 2014 (el retraso ya era de un año y medio en ese momento), fue reelaborado el año pasado. El texto prometía para 2016 “150 estaciones en la autopista; 150 carretera; 150 entre puertos, aeropuertos y aparcamientos”, que sin embargo nunca llegaron a construirse. Resultado: hoy en Italia hay 1700 puntos de recarga, pero todos nacidos por iniciativa de particulares (récord en Florencia, 250, Roma 200, Milán 120).
