En la historia del fútbol italiano, el 5 de mayo es un día que trae suerte a la Juve (en 2002 ganó un Scudetto sensacional a costa del Inter) y una vez más los bianconeri no fallaron en el blanco. Scudetto y merecido scudetto después de haber gobernado Palermo de penalti (1-0 con goles de Vidal) y dominado durante toda la temporada.
En el campo es el trigésimo primer Scudetto que gana la Juve, aunque los hechos del Calciopoli le han quitado dos.
No había historia con el Palermo aunque un supersorrentino le negara muchas veces la alegría del gol a la Juve que solo marcó de penalti por una falta sobre Vucinic. Previamente, el ex Miccoli había rematado en el poste y, más tarde, Quagliarella pegó en el larguero, pero el partido fue de un solo lado. Por un lado, fue el campeonato que la Juve dominó de principio a fin, lo que resultó en la mejor defensa y el mejor ataque.
Tras ganar el partido y el Scudetto, hubo una gran fiesta en el Juventus Stadium y en las calles de Turín. Pero la Juve ya piensa en el próximo campeonato e intentará por todos los medios reforzarse para conquistar la soñada Champions League. Se necesita un jugador top y la afición sueña sobre todo con uno: Ibra y su gran regreso como hijo pródigo.
