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Milán – Fortuna, desgracia, cálculo en seguros desde la Edad Media hasta nuestros días

La exposición reconstruye las etapas más destacadas de esta aventura de 700 años, a través de libros, pólizas, placas ignífugas, carteles de la Fundación Mansutti que conserva una colección especializada, única en el mundo, sobre la historia del seguro.

Milán – Fortuna, desgracia, cálculo en seguros desde la Edad Media hasta nuestros días

Del 29 de enero al 9 de abril de 2016, la Escalera Monumental de la Sala del Grechetto, en el Biblioteca Sormani en Milán, acoge una exposición que recorre 700 años de historia del seguro, desde la Edad Media hasta nuestros días.

La exposición, titulada ¡Ajedrez en riesgo! Fortuna, desgracia, cálculo en seguros desde la Edad Media hasta hoy, curada por Marina Bonomelli y Claudia Di Battista, organizada por la Fundación Mansutti y la Biblioteca Sormani, con el aporte de la Fundación Cariplo, presenta materiales raros como libros, pólizas, placas, carteles, de la Fundación Mansutti de Milán, que posee una colección especializada única en el mundo.

La reseña traza las etapas fundamentales de un viaje que, desde la Florencia de Giotto y Petrarca, pasa por España para llegar a finales del siglo XVI a Holanda e Inglaterra, desde donde seguro se extenderá finalmente por todo el mundo, para llegar a la contemporaneidad.

El itinerario se desarrolla siguiendo tres zonas cronológicas.

El primero, La Edad Media, se abre con la póliza de seguro más antigua que tenemos, redactada por un notario genovés el 18 de febrero de 1343, a partir de los Archivos del Estado de Génova. En el siglo XIV, la clase mercantil había alcanzado un considerable poder económico y político, hasta entonces desconocido. Los riesgos de los viajes ultramarinos con el Lejano Oriente y con las ricas colonias levantinas se habían desarrollado tanto que se consideró fundamental encontrar la forma de no anular la ganancia obtenida con tan aventureros traslados.

La intuición de los grandes comerciantes florentinos y genoveses condujo a la creación de un instrumento que podía trasladar el riesgo de pérdida de un cargamento o del propio buque a otros que estuvieran dispuestos a asumirlo para obtener, a su vez, una cobertura similar. para sus envíos. Esta práctica se extendió rápidamente a lo largo del siglo XV, hasta el punto de convertirse en vital para el comercio, a pesar de que la Iglesia y sus ilustres teólogos intentaron delimitar los límites entre la legitimidad del seguro y los peligros de la usura.

El segundo apartado – La Edad Moderna – analiza en qué medida la difusión de la práctica del seguro requirió de una ordenación unitaria lograda a través de leyes orgánicas y con la contribución de juristas que han dedicado tratados íntegros a esta materia. Por ejemplo, se exhibirá el Consulato del mare en la edición veneciana de 1549, el Tractatus De assecurationibus en la rara primera edición de Pietro Santerna de 1552, De mercatura de Benvenuto Stracca de 1622. También es muy interesante la Ordonnance de la Marine, promulgada por Luis XIV en 1681. Entre sus normas, por ejemplo, está la que prohíbe el seguro de vida de las personas pero da la facultad de asegurar la vida de los esclavos que fueran tratados de la misma manera que las mercancías transportadas en el barco. De fundamental importancia para el desarrollo de la tecnología de seguros fue la contribución de importantes científicos como Jakob Bernoulli, autor del primer tratado sobre el cálculo de probabilidades, expuesto en la exposición en la rara edición de 1713.

La Edad Contemporánea, investigada en el tercer apartado, marca la afirmación definitiva del negocio asegurador, ya no en manos de comerciantes individuales, sino en empresas de elevados recursos económicos que se dedicaban a cubrir riesgos distintos a los marítimos. Después de los seguros de incendio y de vida, la práctica se ha extendido a otros ramos de seguros destinados a cubrir los nuevos riesgos que determina la sociedad en constante cambio como son el robo, los accidentes, las enfermedades, la responsabilidad civil, el transporte...

En el siglo XX, la nueva forma de comunicación publicitaria no dejó insensibles a las compañías de seguros, que involucraron a algunos de los más grandes artistas del momento para publicitar sus productos. La exposición ofrece una amplia selección de carteles, creados por autores como Boccioni, Dudovich, Metlicovitz, Hohenstein, Mucha y un centenar de placas de fuego originales de compañías de seguros.

Las rarezas incluyen el manuscrito en pergamino De contractibus et usuris de San Bernardino da Siena de 1470, pólizas manuscritas e impresas de las principales plazas italianas (Florencia, Venecia, Génova), instrumentos de navegación antiguos, libros piloto y atlas de bolsillo de la Fundación Mansutti y colecciones privadas. .

Un itinerario virtual interactivo, creado con la contribución científica y educativa de Forum-Ania Consumatori, resume las fases históricas del fenómeno asegurador, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de revivir la exposición en formato digital.

La exposición, titulada ¡Ajedrez en riesgo! Fortuna, desgracia, cálculo en seguros desde la Edad Media hasta hoy, curada por Marina Bonomelli y Claudia Di Battista, organizada por la Fundación Mansutti y la Biblioteca Sormani, con el aporte de la Fundación Cariplo, presenta materiales raros como libros, pólizas, placas, carteles, de la Fundación Mansutti de Milán, que posee una colección especializada única en el mundo.

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