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Marruecos, un socio a seguir de cerca

Al estudiar la tercera economía más grande del sur del Mediterráneo, Intesa Sanpaolo encuentra los riesgos para la competitividad en los mercados internacionales en las malas condiciones de la población, en la tasa de crecimiento insuficiente y la falta de infraestructura.

Marruecos, un socio a seguir de cerca

Tema de un interesante enfocarte de los Centro de Estudios Intesa Sanpaolo, Marruecos es la tercera economía más grande del sur del Mediterráneo después de Egipto y Argelia, con un PIB de 95,5 millones de dólares en 2012. Gracias a las inversiones en servicios (turismo), construcción (viviendas civiles y segundas residencias), minería y manufactura y a las reformas que han favorecido la iniciativa privada, la economía ha alcanzado un bastante grado de diversificación. No obstante, sigue siendo significativo el peso del sector primario (entre el 14 y el 19% del PIB en los últimos cinco años), a cuya fuerte dependencia de las condiciones climáticas se suma volatilidad a la dinámica de crecimiento. Las principales industrias manufactureras son los productos químicos, el procesamiento de productos agrícolas, los textiles y la ingeniería mecánica. En este sentido, la contribución de Sector de manufactura (13%) se espera que aumente gracias a la reciente inauguración de una planta de automóviles Renault en Tánger y la puesta en marcha, prevista para 2013, de la producción de piezas de aviones en una nueva fábrica de Bombardier en Casablanca. Marruecos también ha desarrollado relaciones económicas con países extranjeros, en particular con la UE, con la que el país firmó un acuerdo de asociación en 2000. Según estimaciones del FMI, casi el 90% de las remesas de los trabajadores inmigrantes proceden de la UE (que en conjunto ascendió al 7,7% del PIB en 2012), más del 90% de los ingresos del turismo (que en conjunto cubrieron una participación del 7,0% del PIB en 2012), el 80% del flujo de IED (equivalente al 3,9% del PIB en 2012), y más del 60% de las exportaciones. Estas estrechas relaciones económicas implican entonces una alta correlación entre el ciclo económico en Europa y la evolución del PIB marroquí, mientras que una caída del 2 % del PIB en Europa provoca una caída de la producción potencial de Marruecos del 0,6 % en el primer año y del 1 % en tres años.

Y, de hecho, es la exposición de la economía marroquí a la economía mundial es elevada, tanto a través del canal de cuenta corriente de la balanza de pagos (importaciones de productos energéticos para el 95% de las necesidades nacionales, exportaciones de productos de baja tecnología, remesas de trabajadores migrantes, ingresos del sector turístico) y la cuenta financiera (IED, demanda de segundas residencias del exterior). Las infraestructuras, en concreto la red de transporte, generación de energía y telecomunicaciones, siguen siendo insuficientes.

Durante la última década, la economía marroquí ha registrado un crecimiento medio del PIB del 4,4%, comparable al de otros países de economía diversificada del sur del Mediterráneo, lo que ha permitido reducir la tasa de desempleo del 13,4% en 2000 al 8,9% en 2011 (entre la población joven entre 15 y 24 años se acerca al 18%). La tasa de pobreza pasó así del 16% en 1999 al 9% en 2008, último dato disponible, mientras que la tasa de analfabetismo disminuyó un 13% mientras que la tasa de mortalidad se redujo un 30%. El ingreso per cápita promedio ($ 5220) sin embargo, se mantiene entre los más bajos considerando los países mediterráneos del sur. El país aún tiene grandes áreas de subdesarrollo en el campo y en los suburbios de las grandes ciudades, alimentando focos de tensiones sociales.

La economía de Marruecos registró una tasa de crecimiento del 2,7 % en 2012, frente al 5 % de 2011. Esta desaceleración se debió principalmente a la caída de la producción agrícola (-8.9% desde +5,6% en 2011) causado por la mala cosecha de cereales, mientras que la actividad en la parte no agrícola de la economía mostró una resistencia sustancial (+4,5% en 2012 frente a +4,9% en 2011), gracias a la creación de algunos servicios de utilidad pública. Y si el consumo de los hogares mostró una tendencia igual a menos de la mitad del año anterior (+3,6% en 2012 desde +7,4% en 2011), el consumo público se aceleró desde +4,6% en 2011 hasta +7,9% en 2012. Durante el primer trimestre de este año el crecimiento del PIB se aceleró hasta el 4,8%, frente al 2,7% en mismo período de 2012, principalmente debido a la recuperación de la producción agrícola (+16,4%). Sin embargo, el sector no agrícola se desaceleró (+3,3% contra +4,4% de enero a marzo de 2012) principalmente debido a la descenso de la producción manufacturera (-1,5%), penalizado por la debilidad de la demanda exterior. La esperada buena campaña agrícola de cereales, tras las malas cosechas del año pasado, junto con la esperada recuperación de la producción industrial, gracias a las mencionadas nuevas plantas y actividades de procesado de alimentos, se espera que se traduzca en un importante aceleración del ritmo tendencial de expansión del PIB durante el segundo trimestre de 2013 (+5,8%). Por el contrario, continúan las dificultades en los sectores de la construcción (-6,5%) e inmobiliario (-2,6%). Los servicios, especialmente los relacionados con el turismo y las ventas, se esperan resentir el Débil situación económica en Europa, de donde provienen la mayoría de los turistas y las remesas que sustentan las ventas.. En general, Se espera que el PIB crezca un 3,5% en 2013. En 2014, se espera que la mejora de las condiciones externas, la consecución de la plena capacidad de las nuevas plantas de componentes de automóviles y aviones y la ampliación del puerto de Tánger, importante centro comercial entre África y Europa, determinen un mayor aceleración de la tasa de expansión del PIB (+4,5%).

laaumento de los precios del combustible y el petróleo para uso doméstico (que se mantienen por debajo de los precios de mercado), en junio de 2012 provocó un cambio alcista en la tasa tendencial de inflación, que pasó del 1,9% en diciembre de 2012 al 0,9% en junio de 2011. Sin embargo, la aceleración fue menor a la esperada, frenada por la ausencia de presiones por el lado de la demanda y por incrementos contenidos en los precios de los alimentos. Un nuevo impulso a los precios se produjo en los últimos meses de 2012 y principios de 2013 de los productos alimenticios, con la reducción parcial de los subsidios a la harina. De cara al futuro, no parece que se den las condiciones para un nuevo recorte sustancial de las subvenciones, mientras que la esperada buena campaña agrícola ayudará a contener los precios de los productos de primera necesidad. En promedio para el año 2013 la tasa de inflación se espera en 2,2%

En los últimos años, sin embargo, Marruecos ha visto un empeoramiento continuo de la posición con países extranjeros, con la balanza por cuenta corriente entrando en déficit a partir de 2007 y las reservas de divisas disminuyendo un 40% en los últimos cinco años. El déficit de la cuenta actual se expandió aún más en 2012, alcanzando los 9,6 millones (9,8% del PIB), debido al aumento de los precios de los productos energéticos importados y al impacto negativo sobre las exportaciones, el turismo y las remesas de la economía europea. El superávit de la parte financiera ascendió a 6,2 millones en 2012, desde 5,5 millones en 2011 gracias a la recuperación de IDE y, sobre todo, la emisión de un préstamo soberano por USD 1,5 millones el pasado mes de diciembre. Este préstamo fue entonces reabierto a finales de mayo de 2013, con el cobro de otros 750 millones. Allá Balance de pagos registró un déficit total de 2012 millones en 3,6, superior a los 2,5 millones de 2011. A finales de 2012, las reservas de divisas habían descendido a 15,8 millones, desde los 18,8 millones de finales de 2011. El pasado agosto Marruecos obtuvo del FMI un linea de credito precautoria (LL) que en dos años alcanzará la cantidad de 6,2 millones. Esta financiación se otorga a países que, a pesar de tener buenos fundamentos, se enfrentan a una deterioro temporal de las finanzas públicas y/o de la balanza de pagos debido a shocks externos. A diferencia de la línea de crédito flexible (FLC) otorgado durante la crisis de 2008-09 a México y Polonia, la PPL contiene solicitudes de ajuste de elementos de vulnerabilidad que presenta la economía del país (en el caso de Marruecos, déficit corriente y presupuestario). La posición externa neta mostró un déficit de más del 50% del PIB en 2011, que aumentó a 60% en 2012 según evaluaciones del FMI. El relación deuda externa/PIB, equivalente al 33,8%, se estima inferior al valor medio de los países emergentes.

Marruecos es junto a Israel el único país del sur del Mediterráneo cuya deuda soberana en moneda extranjera se considera Grado de inversión (BBB- para S&P y Fitch; Ba1, justo por debajo del grado de inversión, para Moody's) por las principales agencias calificadoras. Sin embargo, tanto S&P como Moody's han introducido un perspectiva negativa subrayando el empeoramiento de las finanzas públicas y de la situación exterior, determinado tanto por una situación internacional menos favorable como por la evolución política interna. Desde este punto de vista, el gobierno local logró controlar la protesta, dando respuestas tanto políticas como económicas. Estos últimos, en particular el aumento del gasto público en salarios y subsidios, sin embargo, han llevado a una deterioro de las finanzas publicas. A pesar de ello, las protestas, aunque contenidas, han vuelto a poner de manifiesto cuánto los principales elementos de vulnerabilidad se encuentran en la condición de pobreza en la que se encuentra una parte considerable de la población, con una tasa de crecimiento económico insuficiente para absorber el desempleo. Con una carga sobre los subsidios y las finanzas públicas, el pérdida de competitividad en los mercados internacionales y, por último, pero no menos importante, la excesiva dependencia de una agricultura aún poco mecanizada y sujeta a la variabilidad de las condiciones climáticas.

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