Es un récord negativo para la balanza comercial japonesa. En enero de 2012, las importaciones aumentaron un 9,8% respecto al año anterior mientras que las exportaciones cayeron un 9,3%. Todo esto condujo a un déficit comercial de 1.475 millones de yenes. (14,75 millones de euros): la cifra más alta de los últimos treinta años. Así lo ha anunciado el Ministerio de Hacienda, explicando que los casi 6 billones de yenes importados se refieren al aumento de la demanda energética (por tanto, sobre todo de combustible) que siguió al desastre de la planta de Fukushima en marzo de 2011.
Las compras extranjeras de gas natural aumentaron un 74% el mes pasado, nuevamente en comparación con enero de 2010, mientras que las importaciones de petróleo crecieron un 13%. El déficit con China, principal socio comercial de Pekín, saltó a 587,9 millones de yenes (5,6 millones de euros).
también la exportaciones han sido afectados por desastres naturales: los 4.510 mil millones de yenes enviados al exterior sufrieron un fuerte contracción en las industrias de chips de computadora y componentes electrónicos.
Pero la agencia calificadora estadounidense, Standard & Poor's, continúa expresando su confianza en la capacidad de Japón para pagar sus deudas en el futuro e confirmó la calificación de la deuda a largo plazo en “AA-“. Sin embargo, mantiene una perspectiva negativa ya que el país presenta "algunos problemas estructurales, como la reducción del PIB nominal y el aumento de los costos de la seguridad social", que lastran la capacidad de Tokio para reducir su déficit presupuestario.
S&P rebajó la calificación de Japón de “AA” a “AA-” en enero de 2011 y cambió su perspectiva de estable a negativa en abril.
