Tras treinta años de investigación en torno a la figura humana, este dispositivo se contrae y presenta dos caminos en uno: El Don (2000-2009) y Humanum (desde 2010). Aquí la fotografía es una señal luminosa que no replica lo que se ve, atraviesa “lo que está ahí que contiene la visión”. El Don investiga la diversidad de expresiones rituales de la Creencia entre el individuo y lo incognoscible de su ser vivo. Humanum reconsidera la figuración humana de la estatuaria arcaica en la percepción del presente. Las fotografías del regalo no son imágenes de alguien, no documentan algo, convocan lo que todos saben que no es nada sino sólo Ser. Asimismo, con un dispositivo que revela la transfiguración de la apariencia escultórica en el devenir de la luz, las obras de Humanum no retratan retratos escultóricos de alguien que ha vivido, sino que interrogan la figura arquetípica de lo que vive más allá de la existencia corporal. Acusativo-nominativo, humanum es el término de un contacto donde el sujeto esculpido y el sujeto vivo, superpuestos, se contemplan.
No se trata de una "exhibición", ya que no se podría exhibir propiamente lo que por definición es invisible. Más humildemente, se trata aquí de la presentación de un origen continuo que inscribe su presencia reflejada en la piedra o en el gesto de actos milenarios, cada uno diferentemente inalienable a su propia cultura.
El libro del proyecto Il Dono recibió el patrocinio de la UNESCO en 2009. Para el proyecto Humanum, la arqueología del ser, aún en curso desde 2010, Giorgia Fiorio colaboró con la Universidad Ca' Foscari de Venecia, la Scuola Superiore, Sant'Anna di Pisa y trabajó en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas; el Museo de la Acrópolis de Atenas; el Museo del Louvre en París; el Museo de Irak en Bagdad; el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Museo Arqueológico Nacional de Chipre en Nicosia.
