Michelle Obama y Bernie Sanders intentan unir al partido demócrata para apoyar la candidatura de Hillary Clinton frente a Donald Trump. Sin embargo, la convención dem comenzó cuesta arriba: la gente de Sanders se manifiesta afuera del Wells Fargo Center, y adentro no faltan las represalias que toman a todos por sorpresa.
El nombre de Hillary Clinton es abucheado repetidamente, cada vez que se pronuncia. Las llamadas al orden caen en oídos sordos, mientras los cánticos de "Bernie, Bernie" invaden la arena. Sanders interviene con un tuit para tratar de calmar a su gente y convencerlos de que no abucheen y desafíen a Hillary. Y parece que lo consigue: la tensión inicial disminuye y da paso a la calma.
La política democrática estadounidense desfila en el escenario de la convención democrática. Escuchándola en la audiencia estaba el ex presidente Bill Clinton, quien subirá al escenario el martes por la noche para ilustrar la carrera de su esposa.
“Creo que está verdaderamente calificada para ser presidenta de los Estados Unidos”, dijo Michelle Obama, quien fue recibida con una ovación de la audiencia. La Primera Dama retrató a Hillary como alguien que "no se rinde, aunque podría haberlo hecho" en el pasado.
“Estoy aquí porque sé el tipo de presidente que será Hillary. Y por eso estoy con ella”, continuó Michelle, diciendo que estaba sorprendida de que ya habían pasado ocho años desde que subió al escenario en la convención demócrata para explicar a los estadounidenses por qué su esposo golpeó a Hillary y por qué deberían votar por él. "En esta elección, como en 2008, debemos tocar todas las puertas y ganar todos los votos".
Para Bernie Sanders son tres minutos de ovación de pie: el senador intenta repetidamente iniciar su discurso pero no lo consigue. “Tiene que ser nuestro próximo presidente. No hay elección”, dice Sanders en referencia a Clinton, asegurando sin embargo que la revolución continúa.
“Sé que estás decepcionado por cómo ha ido el proceso de nominación –continúa-. Soy el más decepcionado. Pero esto es democracia”, dice Sanders, interrumpido por aplausos y vítores en el estadio.
