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Bienestar corporativo, los servicios más solicitados: primer Informe Censis

El primer Informe Censis-Eudaimon señala que el bienestar empresarial tiene un valor potencial de 21 mil millones si se extiende a todos los trabajadores de las empresas privadas, que sin embargo todavía tienen poco conocimiento al respecto – ¿Cuál es la relación entre el bienestar empresarial y los aumentos salariales?

Bienestar corporativo, los servicios más solicitados: primer Informe Censis
¿Cuánto vale potencialmente el bienestar corporativo? 21 mil millones de euros. Hoy el despegue del bienestar corporativo es más anunciado que real, pero en el futuro podrá hacer una gran contribución al bienestar de los trabajadores. Cuando esté en pleno funcionamiento, el valor potencial total de los beneficios y servicios sociales de la empresa se puede estimar en 21 millones de euros, si estos instrumentos se garantizaran a todos los trabajadores del sector privado: un valor equivalente a casi un mes de salario más por año por trabajador. Por lo tanto, es esencial que el bienestar corporativo se promueva como un pilar adicional del sistema de bienestar italiano más general y no se perciba como una bonificación que beneficia especialmente a los niveles más altos de empleo. Así se desprende del I Informe Censis-Eudaimon sobre bienestar corporativo, elaborado en colaboración con Eudaimon, líder en servicios de bienestar corporativo, y con la contribución de Credem, Edison y Michelin.

Todavía poco conocimiento. Solo el 17,9% de los trabajadores italianos tiene un conocimiento preciso de lo que es el bienestar corporativo, el 58,5% lo sabe solo en términos generales y el 23,6% no sabe qué es. Los trabajadores con menor nivel educativo tienen menos conocimiento sobre ella (el 47% de los que tienen como máximo nivel medio no saben qué es), los de bajos ingresos (44,6%), las familias monoparentales (40,3 %), los empleados con cargos ejecutivos y tareas manuales (36,7%), trabajadoras (30,1%). Quienes mejor conocen el bienestar corporativo son los que más lo aprecian: el 74,4% de los que lo conocen en detalle están a favor frente al 43,3% de los que no lo conocen. Por ello, es fundamental una amplia comunicación sobre el contenido y el papel estratégico de esta herramienta.

Los beneficios sociales son mejores que los aumentos de sueldo. Ante la posibilidad de transformar las recompensas del salario en prestaciones asistenciales, el 58,7% de los trabajadores se declara a favor, el 23,5% en contra y el 17,8% no opina al respecto. Los más favorables son los gerentes y supervisores (73,6%), trabajadores con hijos pequeños hasta 3 años (68,2%), graduados (63,5%), trabajadores con ingresos medios-altos (62,2%). Menos favorables son los trabajadores de fábricas, los trabajadores ejecutivos y aquellos con bajos ingresos. Entre los trabajadores de cuello azul (41,3%) y los trabajadores de cuello blanco (36,5%), la proporción de trabajadores que prefieren tener más dinero en su paquete de pago en lugar de soluciones de bienestar es mayor.

Pero no es la respuesta al "hambre" retrógrada de ingresos. El apoyo al bienestar de la empresa disminuye a medida que disminuyen los ingresos de los trabajadores. Pero el bienestar corporativo no puede asumir la función de un sustituto de los aumentos salariales para los empleados en los tramos salariales más bajos. Desde este punto de vista, hay que considerar el boom de familias obreras en condiciones de pobreza absoluta, que aumentó un 178% entre 2008 y 2016, hasta llegar a casi 600.000. Las familias que, si están formadas por una pareja y 2 hijos menores, disponen de hasta 1.400 euros al mes, mientras que los solteros pueden llegar a contar hasta 680 euros al mes. El bienestar corporativo es un medio indirecto de integración de ingresos, pero no puede ni debe ser un sustituto de los aumentos salariales. La actual legislación que otorga bonificaciones fiscales al bienestar empresarial está teniendo el mérito de hacer crecer el sector, pero a medio plazo corre el riesgo del efecto paradójico de favorecer más a los trabajadores de rentas altas y no a los de rentas más bajas y con mayores necesidades sociales. Debe dar apoyo a los más necesitados, en lugar de ser pagado como un bono en proporción a los ingresos, de lo contrario simplemente refleja las desigualdades sin aliviarlas y termina por no ayudar más a los trabajadores más necesitados.

Los servicios más solicitados. Entre los servicios de previsión social de empresa más deseados por los trabajadores se encuentran los relativos a la sanidad (indicados por el 53,8% de los ocupados), los relativos a las pensiones complementarias (33,3%), luego los bonos comida y el comedor de empresa (31,5%), el transporte desde de la casa al trabajo (por ejemplo, abonos de transporte público: 23,9%), bonos de compra y convenios con comercios (21,3%), escuelas infantiles, centros de vacaciones, reembolsos de gastos escolares de los hijos (20,5%). Los servicios de bienestar bien entendidos, desde la atención de la salud hasta la seguridad social, ganan a los destinados a complementar los ingresos, mientras que la presencia de niños menores en la familia lleva a una mayor valoración de los servicios de cuidado de niños y de crianza, en la creencia de que el bienestar empresarial puede llenar el vacíos en el sistema de bienestar público. El 24,6% de las familias con hijos menores preferiría obtener prestaciones asistenciales: guarderías, devolución de tasas escolares, campus y centros de vacaciones.

El bienestar corporativo mejora el clima en las empresas. El 47,7% de los trabajadores está a favor del bienestar empresarial porque está convencido de que mejora el clima en la empresa, el 16,8% porque aumenta la productividad de los trabajadores. El efecto positivo en el clima empresarial es la razón a la que se refieren principalmente los trabajadores que dicen estar a favor, pero una vez más el consenso entre los gerentes y los trabajadores de altos ingresos es más fuerte que entre los trabajadores de cuello azul y los trabajadores de bajos ingresos.

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