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Vince Renzi: el Italicum es ley. El sí definitivo de la Cámara

Con 334 sí y 61 no, la sala de Montecitorio aprobó definitivamente la nueva ley electoral: la Italicum - Votó a favor gran parte del Pd, Ncd y Area Popolare, Sc - Contra la minoría Pd - Las oposiciones de Forza Italia, Fdi , Sel y M5S que han dejado la Cámara - El Italicum - dijo Renzi - dará estabilidad

Vince Renzi: el Italicum es ley. El sí definitivo de la Cámara

El gobierno de Renzi lo hizo: el Italicum es definitivamente ley y después de 9 años de Porcellum Italia por fin tiene una nueva ley electoral. Una ley controvertida y fruto del compromiso político, como siempre ocurre cuando se trata de leyes electorales, pero no deja de ser una ley decisiva que borra el oprobio de Porcellum y promete estabilidad política al país con una reforma que asigna en buena medida a los votantes la elección de quién. gana y quién pierde, quién gobierna y quién no, que introduce el balotaje entre las dos listas que han obtenido mayor consenso, las preferencias por una parte de los nuevos diputados, la igualdad de género y que, sobre todo, evita los líos y grandes entendimientos. La noche de las elecciones quedará claro quién es el ganador y quién, en consecuencia, gobernará durante 5 años.

334 diputados votaron a favor de Italicum en voto secreto (gran parte de Pd, Ncd, Zona Popular y Centro
Democrat, Sc), contra la minoría Dem, sobre el Aventine Fi, Fdi, Lega Sel y M5S que no participaron en la votación en protesta. La nueva ley entrará en vigor en julio de 2016.

Para lograr el objetivo, Renzi no miró a nadie, siguió recto su camino tras los profundos cambios sufridos por Italicum durante su trámite parlamentario y se llevó a casa un resultado que fortalece al primer ministro y al gobierno y esclarece dentro del Partido Demócrata pero por encima todo ello responde a las expectativas del país que desde hace demasiados años pide sin éxito una nueva ley electoral.

Ahora el presidente del Gobierno y secretario del Partido Demócrata está más fuerte también de cara a las elecciones autonómicas de finales de mes pero tendrá que hacer un auténtico milagro político para sacar adelante la reforma constitucional en el Senado, donde no tiene una mayoría, pero sin cuya aprobación la transformación del Palacio Madama llegaríamos a la paradoja de votar en las próximas elecciones políticas con el Italicum en la Cámara y con el Consultellum en el Senado. No es casualidad que Renzi haya dicho que está dispuesto a aceptar propuestas de mejoras a la reforma del Senado que garanticen un equilibrio más efectivo de pesos y contrapesos en el delicado equilibrio institucional entre las dos Cámaras, pero sin empezar de nuevo y evitando superposiciones inútiles y costosas que hasta ahora han retrasado el proceso de toma de decisiones del sistema político italiano.

Renzi deberá entonces encontrar nuevos equilibrios y nuevos consensos políticos y parlamentarios para llevar adelante todo su plan reformista, empezando por la reforma escolar que será uno de los bancos de pruebas más difíciles que le espera al Gobierno contra el que se lanzará la huelga sindical. mañana a pesar de la próxima contratación de 100 nuevos docentes que ningún gobierno había logrado jamás.

Al margen del no perjudicial de las oposiciones, los que salen con los huesos rotos de la batalla de Italicum son sobre todo Forza Italia -que votó a favor de la ley en el Senado y en la Cámara siguió el cambio de actitud de Berlusconi y la histeria de Brunetta-. llegando increíblemente se habla de derecho autoritario y fascismo renzista - y de la minoría del Partido Demócrata que, después de ser derrotado innumerables veces en órganos internos, nunca ha respetado los más elementales criterios de lealtad política y democracia (por la que decide quien tiene más votos) diciendo no tanto a la ley electoral como confiando en el gobierno presidido por el mismo secretario del Partido Demócrata pero sobre todo no logrando sustentar nunca de forma convincente las objeciones al Italicum.

Para muchos parecía claro que Forza Italia y la minoría Pd no querían cambiar el Italicum sino que pretendían derribar a Renzi pero fracasaron.

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