El índice de confianza del consumidor estadounidense cayó hasta los 60,6 puntos en agosto, frente a los 65,4 de julio. Los datos -difundidos por el Conference Board- son los peores en nueve meses, decididamente inferiores a las estimaciones de los analistas, que incluso habían pronosticado un aumento hasta los 65,7 puntos.
El indicador de expectativas sobre la evolución económica en el mediano plazo empeoró de 78,4 a 70,5 puntos, mientras que la opinión sobre la situación actual se mantuvo casi sin cambios, pasando de 45,9 a 45,8 puntos.