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Roma, el alcalde Gualtieri firma un acuerdo con Enea para proyectos medioambientales: lucha contra las partículas finas

Enea echará una mano a la Capital para proyectos sobre renovables, movilidad y redes inteligentes. El Ayuntamiento de Roma firmará acuerdos de implementación pero la burocracia acecha

Roma, el alcalde Gualtieri firma un acuerdo con Enea para proyectos medioambientales: lucha contra las partículas finas

Según la comunicación de Enea, parece que la administración municipal ha tomado el camino correcto para hacer Roma más habitable. Los anuncios toman su tiempo, especialmente en estas semanas electorales. Sin embargo, a pocos días de la noticia del megaplan para el nodo Ferrocarril Appia-Casilina-Tuscolana el alcalde Roberto Gualtieri firmado con el director general de Enea, Giorgio Graditi, un acuerdo para el desarrollo de tecnologías energéticas.

Se trata de un acuerdo de tres años que hace especial referencia al desarrollo de comunidades energéticas, la difusión de fuentes renovables, redes inteligentes y movilidad sostenible. “Estamos llevando a cabo planes y proyectos ambiciosos de descarbonización y adaptación climática”, afirmó Gualtieri, quien tiene la responsabilidad de implementar rápidamente proyectos viables. Faltan ocho meses para el mayor evento coincidente con su gestión -el Jubileo de 2025- y de las 220 obras previstas sólo 59 están terminadas o en fase de pruebas. Lamentablemente, el escepticismo inicial sobre el éxito de las obras no ha cesado. “El 50% de las obras estarán abiertas en mayo y casi todas las demás entrarán en fase ejecutiva en verano”, aseguró el alcalde en otra ocasión reciente. Ser visto.

La burocracia siempre al acecho

La derecha, mientras tanto, también lo ataca por los poderes extraordinarios que Roma Capitale tenía del gobierno para el Jubileo. Si las cosas no van bien, el centroderecha siempre puede denunciar la incapacidad de la izquierda para liderar las ciudades. En cualquier caso, ¿cómo podemos ignorar los problemas medioambientales que aumentarán sin límites en Roma con la llegada de millones de turistas? El Partido Demócrata al frente de la capital corre el riesgo de obtener resultados peores que el consejo Raggi, que astutamente rechazó los grandes acontecimientos. El acuerdo con Enea es ciertamente útil, aunque prevé más acuerdos de implementación para proyectos de investigación aplicada y otras iniciativas científicas y formativas. En este pasaje y sin secretos para nadie, está la sombra de la burocracia que en la capital aplasta hasta las mejores intenciones en su origen.

“Con el acuerdo queremos fortalecer la colaboración técnico-científica entre Enea y Roma Capitale en materia de sostenibilidad ambiental y energética”, afirmó Graditi. Los futuros acuerdos pondrán en blanco y negro términos y métodos en referencia a la ejecución y duración de lo que se establezca. En última instancia, a los ciudadanos sólo les importa hasta cierto punto saber qué harán los firmantes de documentos de cientos de páginas. Quieren vivir en uno ciudad más saludable que los libere de la angustia del polvo fino, del tráfico mortal, de los baches, de los adoquines volados.

En enero el Municipio tuvo que lidiar con la superación del límites de pm10 y las variaciones climáticas de las siguientes semanas no beneficiaron la calidad del aire y la salud, agregamos. Lo mismo ocurrió los días 31 de marzo y 1 de abril, cuando el Ayuntamiento recomendó a los ciudadanos desplazarse a pie, en bicicleta o en transporte público, dejando el vehículo particular en casa. Fácil de conseguir, más difícil de conseguir con el transporte público o los codiciados taxis. La ciudad se despierta cada vez peor y la confianza en el momento y la velocidad de las contramedidas se desvanece. La calidad de vida está en regresión y la necesidad de contar con ayuda de personal experto significa realismo político. Desde las comunidades energéticas hasta los gases de escape de los automóviles, los radiadores en invierno, los residuos y la movilidad sostenible, hay cosas que hacer antes de que lleguen nuevas elecciones. Todos esperando a Eneas: no al fugitivo de Troya.

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