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TV y TLC: ¿nueva edición de los Estados Generales en noviembre?

El Gobierno piensa en una cumbre sobre TV, reforma Rai, TLC y la cadena única para el 18 de noviembre, pero de momento las diferencias entre Pd y M5S siguen siendo amplias

TV y TLC: ¿nueva edición de los Estados Generales en noviembre?

El pasado mes de junio fue el turno de los Estados Generales de la economía, mientras que ahora la noticia de actualidad podría ser la convocatoria de los Estados Generales del sistema audiovisual o de todo el sector TLC. Este es el tema que se está debatiendo en los últimos días, en particular entre el Gobierno, las fuerzas políticas que lo apoyan y el séptimo piso de Viale Mazzini, que, según hemos podido comprobar, ha estado directamente implicado en la organización prevista para el próximo 18 de noviembre. Se trata de noticias aún confidenciales y llenas de incógnitas, tanto en el plano estrictamente político como en el de la convergencia de intereses para sumarse a tal iniciativa por parte de los directamente implicados, en particular las OTT.

Veamos los sujetos en el campo. Hay al menos dos buenas razones institucionales que podrían llevar a apoyar este proyecto. El primero se refiere a una apuesta precisa del actual Gobierno donde, en el punto 14 de su programa, ha previsto poner la mano en la reforma de todo el sector de las telecomunicaciones del país. Si hasta hace unas semanas esto podía quedar más o menos relegado a la categoría de buenas intenciones, desde que llegaron los golpes desde Bruselas -con las indicaciones del Tribunal de Justicia sobre la necesidad de revisar la anterior ley de régimen (la Gasparri de 2004 ) e incorporar las disposiciones comunitarias incluidas en la Ley de Delegación que habrán de pasar el escrutinio de las Cámaras –ahora ya no parece posible aplazar los tiempos. Jugando aún más en esta dirección está el hecho de que, hasta finales de septiembre, AgCom aún no estaba completamente establecido y en pleno funcionamiento. Ahora, sin embargo, el nuevo consejo encabezado por el presidente Giacomo Lasorella está al mando y podrá (deberá) ejercer las funciones de su competencia.

El segundo argumento que podría sustentar la necesidad de convocar a estos Estados Generales consiste en dar un nuevo aliento al debate sobre la creación de una red única de UBB. Debate que en las últimas semanas se ha diluido respecto a cuando, entre finales de agosto y mediados de septiembre, todo parecía ir sobre ruedas, para gran satisfacción del Gobierno que ha gastado buena parte de su credibilidad en este tema.

Las fuerzas políticas en el tema de TLC y el sistema audiovisual nacional padecen un problema de credibilidad y reconocimiento de propuestas y contenidos que no es fácil de resolver. Reduciéndolos a un mínimo, no son entidades internamente homogéneas. El M5S y el Partido Demócrata no tienen puntos de vista uniformes e incluso internamente están suficientemente divididos. Si intenta, como lo hemos hecho varias veces, preguntar qué proyecto, idea o propuesta tienen para el servicio público de radiodifusión nacional, es muy probable que se encuentre con un muro de goma de incertidumbre y confusión.

¿Ejemplo? El canon Rai. ¿Debe ser abolido o reducido? ¿Los contenidos del Servicio Público tendrán que ser todos "gratuitos" en la red, como escribió Aldo Fontanarosa en los últimos días en Repubblica.it? Trate de hacer estas preguntas al ministro directamente interesado, Stefano Patuanelli (M5S), quien, a más tardar en noviembre pasado, declaró a la Superintendencia: “Creo que el traslado del canon a la factura eléctrica, con la reducción de la evasión y por ende con el aumento de los ingresos, debería dar lugar a una reducción de la tarifa empezando por los grupos más débiles. Esto debe hacerse después de una reorganización y racionalización de costos. Y en esto expreso la posición del gobierno”. La declaración de la ministra de Autonomías llegaba poco después, Francesco Boccia (PD): “No creo que una tarifa de licencia, en el momento de la sociedad digital, totalmente absorbida por Rai, sea más tolerable. Necesitamos abrir un debate serio, entre otras cosas, sobre el destino de la parte de la tarifa de la licencia Rai, pagada por los ciudadanos..

Ahora, hasta donde se sabe, el Ministro de Economía Roberto Gualtieri fue convocado para los próximos días por la Comisión Parlamentaria de Supervisión precisamente para informar sobre las intenciones del Gobierno sobre los recursos que se destinarán a la Rai, ante un agujero presupuestario que ya para el próximo año muestra una cifra roja con dos ceros. Es difícil saber si el accionista mayoritario Rai tendrá el tiempo, la forma y la oportunidad de revelar algunas cartas. Para no ir demasiado lejos, no puede dejar de tener en cuenta la tendencia del mercado publicitario que ya no puede apoyar y alimentar a demasiadas partes interesadas, aceptando así las solicitudes de aquellos que desean que Rai se reduzca en sus pretensiones (ver Mediaset). El momento no parece el mejor y el dossier Rai puede no estar en el centro de los problemas de Gualtieri. Pero, más aún, la posible resistencia del ministro podría ir acompañada de la de parte de su partido que en estos temas, en particular la red única, no ha desvelado todas las cartas. Y aquí volvemos a las noticias de apertura. ¿A quién le conviene en este momento abrir una kermesse con el único resultado de sacar a la luz más diferencias que convergencias? Además, es cierto que el sistema TLC italiano necesita una guía racional y eficaz, como también es cierto que su posible reforma no puede obviar la de su componente quizás más importante, si no desde el punto de vista del valor económico al menos desde el punto de vista social y cultural, es decir, Rai. Tema sobre el que, como es fácil comprobar, estamos muy lejos de cualquier convergencia de proyecto o visión.

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