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Taxi, el Gobierno piensa en la anulación de licencias

Arranca la mesa técnica en el Ministerio de Transportes con todas las asociaciones de taxis y NCC - Además de nuevas restricciones para autos negros, también se estudia la hipótesis de pagar indemnizaciones a los taxistas que se jubilen

Taxi, el Gobierno piensa en la anulación de licencias

"Desguace de Licencias". Estas tres palabras parecen ser las únicas potencialmente capaces de desbloquear el estancamiento de los taxis. El acuerdo de la semana pasada entre sindicatos y gobierno sirvió para poner fin a la huelga salvaje de los taxistas, pero fue sólo un primer paso. Hoy, martes 28 de febrero, comenzamos de nuevo: a las 10 horas se organiza una mesa técnica en el Ministerio de Transportes con todas las asociaciones de taxis y NCC (alquiler con conductor). En el encuentro también participarán técnicos de Mise, mientras que representantes de Uber o asociaciones de consumidores no estarán presentes.

LA PRÓRROGA DE LAS MIL Y LAS PROTESTAS

Tratemos de poner orden en los términos de la pregunta a partir del principio. El jueves 16 de febrero los taxistas iniciaron seis días de huelgas y protestas (a veces violentas) para desafiar una ley aprobada con el decreto Milleproroghe. Esta es una enmienda firmada por la Senadora Pd Linda Lanzillotta que pospone la regulación de Nccs y las reglas contra el uso no autorizado por un año más, hasta el 31 de diciembre de 2017. El plan ha seguido deslizándose desde 2009, en ausencia de los decretos de implementación.

LAS DOS MEDIDAS EN EL SITIO

La tensión ha disminuido gracias a la mediación del ministro de Transportes, Graziano Delrio, que la semana pasada llegó a un primer acuerdo con 21 sindicatos de taxistas. El acuerdo preveía la interrupción inmediata del cierre patronal a cambio del compromiso de lanzar un decreto interministerial contra los invasores en un plazo de 30 días y posteriormente una intervención orgánica en el ámbito de la Ncc.

LAS (POSIBLES) NOTICIAS PRÓXIMAMENTE PARA NCC

Básicamente, el gobierno podría satisfacer a los taxistas en dos puntos, introduciendo nuevas restricciones para el alquiler de autos negros con conductor.

1) En los Municipios donde esté activo el servicio de taxi, los NCC ya no podrán detenerse en el estacionamiento normal en la calle para esperar la próxima reserva, sino que al final de cada viaje deberán regresar a su garaje.

2) Las remesas deben estar en el territorio del Municipio que emitió la autorización a la Ncc. "Si uno tiene una licencia en un pequeño pueblo de la región de Marche y luego trabaja todo el día en Milán, me pregunto si es competencia o competencia desleal", dijo Delrio al Corriere della Sera.

En realidad, estas reglas ya están previstas por la ley 21 de 1992, pero nadie las ha aplicado nunca con rigidez. Sin embargo, desempolvar las viejas reglas no será suficiente, porque mientras tanto el Consejo de Estado y la Defensa de la Competencia han establecido que la ley 21 no se aplica a las plataformas tecnológicas. Queda, por tanto, fuera del perímetro de Uber, que ofrece su servicio bajo la fórmula NCC.

LA PERILLA DE LICENCIA

El gobierno debe encontrar un equilibrio entre dos necesidades: no bloquear la aplicación estadounidense y al mismo tiempo proteger a los taxistas también en términos de licencias. Este es otro tema candente, porque los números involucrados son altos. Cada permiso vale entre 150 y 200 mil euros en los mercados de Roma y Milán, mientras que en Florencia alcanza los 350 mil euros y en Venecia se eleva hasta los 400 mil. Un valor estrechamente relacionado con el hecho de que el mercado es cerrado y no competitivo. Por otro lado, cuando se jubilan, los taxistas venden su licencia, que por lo tanto tiene el valor de una indemnización por despido para ellos. Sin embargo, la llegada de Uber al mercado ha comenzado a hacer bajar el valor de estos permisos.

Para salir de la espiral, el gobierno podría optar por la vía del desguace. De esta forma, se permitiría a los taxistas devolver sus licencias a los organismos que las emitieron, obteniendo a cambio una compensación monetaria. Tal medida ya fue adoptada a fines de la década de XNUMX para liberalizar el comercio. En ese momento, sin embargo, no había Bruselas para supervisar las finanzas públicas.

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