comparte

Gasto energético y competitividad de las empresas italianas: el estudio del Banco de Italia

De la Encuesta sobre empresas industriales realizada anualmente por el Banco de Italia, se desprende que la empresa media en 2011 gastó alrededor de 740 mil euros en la compra de energía, un 61% más que en 2003 - El estudio ofrece una metodología para reconstruir el gasto energético de empresas manufactureras italianas con al menos 20 empleados entre 2003 y 2011.

Gasto energético y competitividad de las empresas italianas: el estudio del Banco de Italia

En 2011, la empresa media gastó unos 740 mil euros en la compra de energía, un 61% más que en 2003. Así se desprende de las estimaciones del estudio "Questioni di Economice e Finanza" realizado por el Banco de Italia. El trabajo ofrece una metodología para reconstruir el gasto energético de las empresas manufactureras italianas con al menos 20 empleados para el período 2003-2011.

El método de imputación propuesto asume que la demanda sectorial de cada fuente de energía está vinculada únicamente al valor agregado. Realizado a través de una pluralidad de fuentes para imputar el consumo físico de energía a nivel de empresa en el archivo Invind, el estudio obtiene el gasto valorando este consumo con los precios en los mercados de las distintas fuentes. Los costos más altos parecen corresponder a las empresas ubicadas en el norte, las más grandes y las de los sectores de materiales de construcción y cerámica y petroquímica.

De 2003 a 2011, la incidencia de los costes energéticos creció de forma sostenida, pasando del 2,3 al 2,6% en relación con la facturación y del 27,1 al 30,8 en relación con los costes laborales. Al relacionar esta incidencia con los indicadores de desempeño de las empresas (por ejemplo, la capacidad de generar valor y acumular capital), en igualdad de condiciones, parece que las empresas con mayores gastos tienen un menor crecimiento con respecto a los volúmenes facturados y una menor propensión a exportar.

La distribución de los costes energéticos se localiza por sector y tamaño de empresa. Las empresas que han registrado mayores incrementos en el gasto son las de menor tamaño, ubicadas en el Sur, que operan en los sectores de medios de transporte, metalurgia o vitrocerámica y las empresas con mayor presencia en los mercados exteriores. Los resultados indican que, consultando por los sectores en los que operan las empresas, el gasto energético medio crece con el número de empleados (las empresas de más de 250 empleados tienen unos costes unas 5 veces superiores a la media) y es superior para las más productivas y para las los internacionalizados; en cambio, es menor para las empresas ubicadas en el Centro y Sur y para las que tienen menos de 50 empleados.

En Italia, la dependencia de países extranjeros para los ingresos energéticos y los precios pagados por empresas y consumidores son altos en comparación internacional. Tras el aumento de los precios de la electricidad, provocado por la financiación de las energías eléctricas renovables, la situación en nuestro país parece haberse derrumbado: en los últimos tres años, la aportación por megavatio hora que pagan las empresas con facturas para financiar las renovables se ha más que duplicado de 16,5 euros en 2010 a 40,6 euros en 2012. A pesar de la atención prestada al tema de los costes energéticos, no existen estadísticas oficiales sobre costes energéticos en las empresas y las disponibles en la literatura son bastante escasas y en todo caso con un nivel de desagregación limitada a la información sectorial.

El gas y la electricidad son las principales fuentes de energía utilizadas por las empresas italianas. Sin embargo, el gasto incurrido por la compra de gas es inferior al incurrido por la electricidad: en 2011, esta última ascendió a alrededor de 13,8 millones de euros, equivalente al 68 por ciento de los costos totales para el suministro de energía.

En la base de este trabajo se encuentra la fuerte dinámica de los precios de la energía registrada a escala mundial en la última década que ha situado la relación entre el gasto energético de las empresas y su competitividad en el centro del debate político. La cuestión energética en Europa es a menudo uno de los principales factores que bloquean la expansión industrial.

Revisión