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Tanta confusión sobre los ganadores del Premio Nobel de economía: teorías opuestas sobre los mercados ganan

Esquizofrénicos premios Nobel de economía: Eugene F. Fama fue premiado por su teoría sobre los mercados eficientes mientras que Robert J. Schiller es premiado por su famoso libro sobre la “exuberancia irracional” de los propios mercados – Lars Peter Hansen es en cambio un experto metodólogo econométrico de series cronológicas: los ganadores del Premio Nobel nunca son tan opuestos.

Tanta confusión sobre los ganadores del Premio Nobel de economía: teorías opuestas sobre los mercados ganan

Un mensaje bastante confuso surge de los premios Nobel de economía anunciados ayer. De hecho, nunca había sucedido que, incluso en presencia de compartir el premio entre dos o más destinatarios, las conclusiones de la investigación de uno contrastaran tan marcadamente con las de otro destinatario de la misma progenie.

Cabe recordar que los Premios Nobel se establecieron en 1895 como un legado del industrial sueco Alfred Nobel, el magnate de la dinamita. Sin embargo, a diferencia de los de física, química, medicina, literatura y paz, que comienzan de inmediato, el premio Nobel de economía se estableció recién en 1969, por iniciativa del Sveriges Riksbank (el banco central sueco). A diferencia de la ausencia del premio Nobel de matemáticas, que se dice que dependió del conflicto entre el Nobel y un matemático enamorado por un cupido común, la larga ausencia del premio de economía parece haber descendido del hecho de que la economía para Nobel dignidad inferior a la de otras ciencias.

Pero, volviendo a los acontecimientos de hoy, los ganadores del Premio Nobel de economía fueron Eugene F. Fama (Universidad de Chicago), Lars Peter Hansen (Universidad de Chicago) y Robert J. Shiller (Universidad de Yale). La motivación que les une es recibir el premio “por su análisis empírico de los precios de los activos”. Pues bien, por un lado Hansen es uno de los mayores expertos en el estudio econométrico de series temporales -es decir, mediante sofisticados análisis estadísticos ha propuesto nuevas metodologías para interpretar la evolución de las variables económicas y financieras a lo largo del tiempo- y por tanto parece más metodólogo que economista, por lo que su figura no se presta a pertenecer a escuelas de pensamiento. Sin embargo, por otro lado, Fama y Shiller se encuentran en lados decididamente opuestos en cuanto a las teorías que han propuesto para interpretar el funcionamiento de los mercados financieros.

Para Fama, alumno del premio Nobel Merton Miller en la Universidad de Chicago, el Comité Científico del Sveriges Riksbank cita dos artículos fundamentales en los que el autor sustenta y corrobora la teoría de los mercados eficientes, según la cual los mercados financieros determinan precios eficientes y se comportan racionalmente. . De hecho, la hipótesis de los mercados eficientes ha sido muy influyente y ha dado forma a generaciones enteras de economistas. Una gran cantidad de estudios se han dedicado a verificar la confiabilidad de esta hipótesis. Y la sustancial superioridad de las confirmaciones sobre las desavenencias de esta teoría ha jugado un papel crucial en proporcionar una base sólida para la liberalización financiera.

Para Shiller, alumno del premio Nobel Franco Modigliani en el MIT de Boston, se cita en cambio el famoso libro "Exuberancia irracional", publicado en 2000, en el que el autor argumentaba que los mercados financieros suelen ser irracionales y acaban siendo presa de las burbujas. especulativo. Con gran oportunidad, Shiller pronosticó entonces la insostenibilidad de la burbuja punto.com (de las acciones cotizadas en el segmento de internet) y, de hecho, dentro de unos meses la burbuja estallaría, provocando muertos y heridos e induciendo, en opinión de muchos observadores, Alan Greenspan para acometer la profunda y prolongada acción de rebajar los tipos de interés americanos que luego sería una de las principales causas de la formación de otra burbuja mucho más grave en el mercado inmobiliario estadounidense, de la que surgió la crisis de 2007- 09 También hay que recordar que Shiller ya había vaticinado el estallido de la burbuja inmobiliaria estadounidense en 2005.

En definitiva, si para Fama los mercados financieros son racionales, para Shiller no lo son o, al menos, no lo son por periodos prolongados de tiempo. Las implicaciones son obviamente divergentes: para Fama, los mercados deben dejarse solos; para Shiller puede ser deseable intervenir para que los mercados no se desorienten.

Mirando los últimos diez años, ya había ocurrido que, de un año para otro, el premio Nobel pasaba de manos liberales a manos intervencionistas: por ejemplo, a costa de cierto esquematismo, tras el premio de 2004 de Kydland y Prescott, campeones del liberalismo macroeconómico, en 2005 fueron premiados Aumann y Schelling, estudiosos de la teoría de juegos que no siempre se presta al liberalismo; tras la sucesión de premios Nobel a Krugman (2008), economista eminentemente intervencionista/keynesiano, los de Ostrom y Williamson (2009), por sus aportaciones sobre situaciones de fallo de mercado, y los de Diamond, Mortensen y Pissarides (2010), por sus análisis de las disfunciones del mercado en presencia de fricciones, había llegado el momento de Sargent y Sims (2011), nuevamente académicos en la tradición del liberalismo macroeconómico. Este vaivén refleja no solo el equilibrio en el Comité Científico de Sveriges Riksbank sino también la necesidad de proteger una cierta biodiversidad del pensamiento económico.

En cambio, nunca se había visto que en una misma ocasión se premiaran representantes en las antípodas entre sí, como ocurre ahora con Fama y Shiller. Ante esta escalada de esquizofrenia entre corrientes opuestas, seguro que lo superaremos. El evento, sin embargo, destaca cómo el pensamiento económico puede parecer algo controvertido. Uno se pregunta si, en definitiva, Alfred Nobel realmente tenía alguna razón para excluir de la lista original de sus premios la economía, una ciencia tan imprecisa en comparación con las que él seleccionó.

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