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Mercado inmobiliario en plena crisis: perspectivas negativas para Nomisma para todo el año

"Estamos volviendo a los niveles de los años 90 - dice Luca Dondi Dell'Orologio, jefe del observatorio Nomisma - nos hemos devorado toda la fase de expansión de los años 2000" - El sector también perderá un 2% en la segunda mitad de la año - De las 13 grandes ciudades examinadas por Nomisma, las más afectadas por la crisis parecen ser Bolonia y Florencia.

Mercado inmobiliario en plena crisis: perspectivas negativas para Nomisma para todo el año
“Cuando toco fondo empiezo a cavar”: la conocida ocurrencia es una realidad para el mercado inmobiliario italiano en 2012. De hecho, la caída de los ladrillos en las grandes ciudades no se detiene: los primeros seis meses han provocado una caída del 1,8% en los precios medios de los objetos nuevos y 2% para segunda mano y en los próximos seis meses la tendencia será recesiva para otro 2%. El análisis del Observatorio de Nomisma del mercado inmobiliario sobre el primer semestre llega también tras una serie de aguaceros fríos ya desvelados en los últimos días: hipotecas en caída libre y demanda estancada.

“Hace algunos meses creímos que las cosas irían un poco mejor – comentó el jefe del Observatorio Luca Dondi Dell'Orologio – en cambio encontramos que se superó el punto límite y que las transacciones caerán nuevamente en 2013”. De más de 600 ventas en 2010, cae a 580 en 2011, 565 en 2012 y probablemente llegue a 530 el próximo año. “Estamos volviendo a los niveles de los años 90 –añade el investigador– nos comimos toda la fase de expansión de los 2000.

La crisis inmobiliaria por otro lado, refleja la crisis general del consumo, con familias empobrecidas y preocupadas por el gasto, por no poder hacer frente a la deuda, por tener “de un momento a otro las estimaciones duplicadas y en consecuencia los impuestos. La paliza del Imu ha tenido un impacto más en un sector ya probado”. Sin embargo, el deseo, incluso la "intención" de comprar una casa por parte de la población se mantiene invariable: "Es un deseo muy generalizado en términos porcentuales -añade Dondi- pero el 80% de los que se declaran interesados ​​en comprar también dicen que tienen que pedir un préstamo y por lo tanto optar por no comprar”. Como los que deciden invertir en bienes raíces lo hacen cada vez más y solo si tienen el dinero en el bolsillo: “en los últimos seis meses las ventas han bajado un 20% mientras que las hipotecas han bajado un 30%, lo que significa que una acción se compra al contado. Y es que, incluso en un contexto recesivo, hay quien sigue viendo la casa como un refugio seguro, una inversión más fiable que todo lo demás”.

Entre las 13 grandes ciudades examinadas por Nomisma, las más afectadas por la crisis parecen ser Bolonia y Florencia, el corazón de Italia donde los precios máximos, en el centro, se desplomaron un 8,6% y un 6,8% respectivamente. “En Emilia –añade Dondi– también hay que tener en cuenta el terremoto, que no ayudará a una tendencia positiva de los precios. Por otro lado, reactivará parcialmente el sector de la construcción”.

Uno de los indicadores más significativos de la crisis del ladrillo es la brecha entre los precios de venta y los obtenidos: en casas nuevas, la diferencia es del 13% en Nápoles, más del 10% en Roma, Palermo y Venecia, 9% o algo menos en Florencia, Catania, Bolonia y Bari.En vehículos de ocasión, el registro negativo pertenece a Palermo con el 16,4% seguido de Bari con el 15,2%. Los tiempos medios de venta son siempre superiores a los seis meses.

Solo los precios más altos permanecen encaramados en sus picos., los de objetos bellos y exclusivos prerrogativa de las ciudades más atractivas: en Roma puedes gastar 20 mil euros por metro cuadrado en una casa, 19 mil euros en Milán, 17 mil euros en Venecia, 14 mil euros en Nápoles, 10.500 XNUMX euros en Florencia. Lo mismo ocurre con las zonas de vacaciones. “En un panorama generalmente negativo – dice Dondi – los destinos más populares, como Cortina o Forte dei Marmi, aún pueden obtener cifras significativas”.

Si el mercado inmobiliario llora, el corporativo no ríe: “Especialmente en ciudades como Bolonia – añade el investigador – la situación está realmente bloqueada. Esperábamos un desarrollo diferente, una consecuencia positiva después de la expansión de Milán y Roma. En cambio los inversores no vienen. Prefieren otros territorios, como Verona o Bérgamo. Hay subastas de objetos hermosos e importantes que quedan desiertos. Son situaciones que deberían plantear serios cuestionamientos a esta ciudad, en términos de infraestructura y servicios”.

Por último, el futuro de los fondos inmobiliarios también es bastante preocupante. “Hoy muchas instituciones privadas de seguridad social – concluye el investigador – han movido sus activos en fondos. Es una operación que simplifica la gestión, pero que llega a la madurez y si el mercado no se recupera, hay grandes riesgos. De aquí a 10 años podríamos tener sorpresas desagradables”.

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