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La Europa que no nos gusta: adiós a las aceiteras

La ley europea 213 bis prevé el adiós a las antiguas aceiteras en bares, restaurantes y cantinas, sustituidas por envases dotados de tapón irrellenable - La enésima historia de ineficacia de la normativa europea.

La Europa que no nos gusta: adiós a las aceiteras

Adiós vinagreras, hoy comienza la gran era de los tapones irrellenables. Las viejas aceiteras acaban en la bodega de todos los bares, restaurantes, cantinas y pizzerías, sustituidas por los menos románticos envases de un solo uso. Menos bonito, probablemente, pero más acorde con la normativa, provisto de una etiqueta (que indica el producto y su procedencia) y un dispositivo de cierre que evita que se altere o alargue el contenido si no se abre el envase. 

La despedida obligatoria de la aceitera está prevista por la ley europea 213 bis, y para quienes la contravengan las multas, especiadas en cambio, pueden llegar hasta los 8 mil euros. La norma, anunciada por Coldiretti, viene al rescate, o al menos lo intenta, de un producto, el aceite de oliva virgen extra hecho en Italia, en serias dificultades, cuya producción, principalmente debido al mal tiempo, corre el riesgo de registrar una caída del 35 % todos los años.

Entonces, no más trucos. No solo ya no se pueden reutilizar los envases de aceite, sino que la ley prevé una relevancia cromática más acentuada de los envases de aceite de oliva virgen extra respecto al etiquetado de los aceites elaborados con blends de uno o varios estados.

Según el presidente de Coldiretti Roberto Moncalvo "El cese de las vinagreras amañadas en los lugares públicos salvaguarda un producto básico de la dieta mediterránea como es el aceite de oliva que ofrece una contribución decisiva a la salud de los ciudadanos y representa una realidad productiva con un registro nacional que puede ofrecen importantes oportunidades de empleo y oportunidades de desarrollo sostenible en el país".

Puede ser, pero, visto desde aquí, parece sólo el enésimo capítulo improductivo de una historia típicamente europea: tratamiento eficaz de los síntomas menores del paciente, sus resfriados de verano, sin mirar nunca las causas de su enfermedad, y sin maquillarse nunca. su mente, de una vez por todas, para una buena terapia de choque.

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