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Las manos del Gobierno sobre el Banco de Italia, pero las reservas de oro son intocables

Después de haber robado casi mil millones del CDP, el Gobierno planea decomisar otros 2 mil millones del Banco de Italia pero sobre todo Lega y Cinque Stelle están meditando un golpe de estado para cancelar la independencia del banco central.

Las manos del Gobierno sobre el Banco de Italia, pero las reservas de oro son intocables

Afortunadamente, las reservas de oro del Banco de Italia, netas de todos los desvaríos de los falsos gurús de la Liga del Norte, están defendidas por el BCE y por los tratados internacionales porque, dado el clima actual, el Gobierno sería capaz de apropiarse incluso de ellos.

Tras arrebatarle al CDP obligándolo -por primera vez en su historia pero afortunadamente sin afectar al ahorro postal de los italianos- a pagar un dividendo extraordinario a Hacienda de 800 millones además del cheque ya endosado por 1,5 millones derivado del beneficio de 2018, el Gobierno piensa ahora en los beneficios del Banco de Italia.

En un intento desesperado por deshonrar las cuentas y presentarse ante la Comisión Europea con un tesoro de 7 millones de euros para evitar el procedimiento sancionador por exceso de deuda, el Gobierno se plantea hacerse con al menos dos mil millones más de beneficios devengados por el Banco de Italia en comparación con el año anterior.

Con algo menos de mil millones extraordinarios sacados del CDP, otros dos del Banco de Italia y tres derivados de posibles ahorros en la Cuota 100 y la Renta de Ciudadanía -si Salvini y Di Maio dan luz verde a Conte y Tria-, así piensa el Gobierno convencer a la UE de que cierre el procedimiento de infracción que podría desencadenar una tormenta financiera en Italia. Dado que estamos tratando con ingresos no orgánicos pero todos extraordinarios, parece difícil que el Gobierno pase la prueba de Bruselas, pero es demasiado pronto para saberlo.

Pero mucho más alarmantes son las maniobras que Lega y Cinque Stelle -con el beneplácito de Salvini- están tejiendo para amordazar definitivamente al Banco de Italia, volcando su gobernabilidad y asignando al Gobierno y al Parlamento el poder de nombrar el Directorio y a una ley del Estado el poder cambiar el estatuto del banco central. En este sentido, los líderes de grupo en el Senado de la Liga y el Cinco Estrellas han presentado en los últimos días un proyecto de ley muy peligroso que el primer ministro Giuseppe Conte dice desconocer.

De aprobarse la disposición, el nombramiento del Gobernador, el Director General y uno de los tres Directores Generales Adjuntos del Banco de Italia correspondería al Gobierno, mientras que los otros dos Directores Generales Adjuntos serían designados por el Parlamento. De esta manera la independencia del Banco de Italia terminaría para siempre y los gobiernos de turno serían libres de manipularlo como quisieran, subordinándolo a sus propios dictados y políticas. Con todo respeto al equilibrio de poderes que toda democracia brinda.

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