Istat estima que Italia crecerá un 0,2% en términos trimestrales en el cuarto trimestre de 2015, de forma similar a lo que hizo en el tercero.
En la nota mensual, el instituto de estadística explica que el crecimiento obtenido de la comparación entre los datos trimestrales corregidos de los días hábiles de 2015 con los de 2014 “es igual al 0,7%”.
“En el tercer trimestre, la tendencia positiva de la economía italiana – escribe Itat en las últimas líneas de la nueva nota mensual – fue impulsada por el crecimiento del valor agregado en el sector manufacturero y, en una medida limitada, en los servicios. Para el cuarto trimestre esperamos la continuación, aunque a un ritmo moderado, de la fase expansiva iniciada en los primeros meses del año. La senda de crecimiento sigue estando caracterizada por la fase actual del ciclo internacional que afecta negativamente a la dinámica de las exportaciones italianas”.
El intervalo de confianza para el crecimiento del cuarto trimestre está entre cero y +0,4%. Pero “el resultado positivo contribuiría principalmente al crecimiento del consumo que, en parte, se reflejaría en el aumento de las importaciones. Por otro lado, persisten las dificultades para reiniciar el ciclo de inversión”, observa Istat. Básicamente, la recuperación del consumo interno aún es débil y no es suficiente por sí sola para reiniciar el sistema industrial en su conjunto. Por eso el sprint que se ha visto en los últimos meses y que ha dado esperanzas no sólo al gobierno (que elevó sus previsiones del 0,7 al 0,9 por ciento durante el año), sino también al Banco de Italia (el gobernador Visco se había dejado llevar a una estimación que se habría acercado al 1% al final del año), se ha ido debilitando. Hasta fin de año.
El gobierno aún no ha corregido sus pronósticos a pesar de que el ministro de Economía Pier Carlo Padoan, en los últimos días, había insinuado que no se podía descartar un impacto del avance terrorista en la economía. Por ahora, sin embargo, la estimación del gobierno evalúa un crecimiento real, no corregido de calendario, igual al 0,9% en 2015, aunque el primer ministro Matteo Renzi planteó la posibilidad de que finalice en +0,8%.
