La fama del filántropo y el aire perenne de un nerd envejecido no han arañado su caja fuerte. Bill Gates sigue siendo el estadounidense más rico por vigésimo año consecutivo. Con una fortuna estimada en 72 millones de dólares -seis más que el año pasado-, también está en lo más alto del ranking mundial, precisa la revista Forbes, en su hit parade dedicado a Estados Unidos. En mayo pasado, el cofundador de Microsoft había recuperado su supremacía mundial, socavando al magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim.
Los 400 estadounidenses más ricos acumulan ahora una fortuna combinada de 2000 billones de dólares, el equivalente al PIB de Rusia. Sus activos han aumentado considerablemente respecto al año pasado (1700 billones de dólares) y confirman el pico alcanzado por la creciente brecha que afecta a Estados Unidos.
En total, 314 multimillonarios vieron crecer sus ganancias el año pasado. Sólo treinta son menos pudientes y 22 no han sufrido ningún cambio. El 10% de estos Scrooges nacieron fuera de suelo estadounidense. 273 construyeron su fortuna por su cuenta, 71 la heredaron, 56 lograron hacer prosperar una fortuna que ya tenían a su disposición.
Como el año pasado, el subcampeón es Warren Buffett, número uno del conglomerado Berwshire Hathaway. Con 58,5 millones de dólares, 12,5 más que en 2012, es la que más se enriqueció. En el escalón más bajo del podio se encuentra Larry Ellison, cofundador de Oracle. El único, en el top 10, que no ha visto crecer su fortuna.
A sus 29 años, el fundador de Facebook Mark Zuckerberg es segundo en el ranking especial de los que más han incrementado el volumen de riqueza (19 millones, +9,6%), mientras que la entrada en Bolsa del año pasado le había hecho perder el equivalente a 8 mil millones. Entre las sorpresas, también Elon Musk, fabricante de coches eléctricos junto a Tesla. Nacido en Sudáfrica, el cofundador de Paypal prácticamente duplicó su fortuna el año pasado a más de 6,5 millones de dólares.
