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FOCUS BNL – La riqueza financiera de las familias italianas se recupera: la casa pierde atractivo

FOCUS BNL - Las familias italianas están trasladando su riqueza del hogar a la financiación: sus activos financieros ascienden a 3.858 millones de euros y han recuperado totalmente lo que perdieron en la crisis - En promedio, el valor per cápita de los activos financieros de un italiano es de 65 mil euros contra 63 mil para los alemanes y 40 mil para los españoles

FOCUS BNL – La riqueza financiera de las familias italianas se recupera: la casa pierde atractivo

En marzo de 2014, el valor de los activos financieros en poder de los hogares italianos alcanzó los 3.858 millones de euros, recuperando lo perdido durante la crisis. El aumento del valor de la riqueza financiera se explica tanto por la rentabilidad positiva que los hogares han obtenido de la cartera como por un moderado aumento de las nuevas inversiones.

Esta mayor capacidad para invertir recursos en activos financieros, además de ser el resultado de un mayor ahorro, también es el resultado de las nuevas tendencias que están impulsando las decisiones de inversión de los hogares: la vivienda se ha convertido en una inversión menos rentable, con poca liquidez, más riesgosa, además de ser complejo de gestionar. Existe un interés de los hogares en trasladar parte de su riqueza del sector inmobiliario al sector financiero.
 
En marzo de este año, el valor de los activos financieros en poder de los hogares italianos alcanzó los 3.858 millones de euros, recuperando íntegramente lo perdido durante la crisis.

A pesar de las dificultades de los últimos años, los italianos siguen siendo ricos en comparación internacional, con un valor per cápita de activos financieros superior a 65 euros, mientras que los franceses y alemanes se detienen en torno a los 63, los españoles en 40.

En Italia, la recuperación del valor de la riqueza financiera se explica principalmente por la rentabilidad positiva que los hogares han obtenido de sus carteras. Además, en los últimos años también se ha producido un aumento gradual de las nuevas inversiones, a pesar del persistente estancamiento de los ingresos.

Esta mayor capacidad de invertir recursos en activos financieros, además de ser el resultado de un mayor ahorro, es también el resultado de las nuevas tendencias que están guiando las decisiones de inversión de los hogares, para ajustar la composición de la riqueza global, tanto financiera como real, al contexto externo modificado.

La casa se ha convertido en una inversión menos rentable, menos líquida, más arriesgada, además de compleja de gestionar. Asistimos, por tanto, a un interés de los hogares por trasladar parte de su riqueza del sector inmobiliario al sector financiero, contribuyendo así a explicar la recuperación del valor de los activos financieros.

Un proceso que apenas comienza, pero que podría continuar en el futuro, aunque lentamente. Para valorar su alcance, hay que recordar que el mercado inmobiliario todavía consigue movilizar un flujo de recursos aún importante: en 2013, algo más de 400 ventas generaron una facturación estimada en casi 70 millones de euros.


Adjuntos: Foco no. 32 – 09 Octubre 2014.pdf

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